NUEVA RUTA PARA LA UADEC

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

Después de meses de incertidumbre en la Universidad Autónoma de Coahuila, el viernes pasado se llevó a cabo una reunión en Palacio de Gobierno con los precandidatos a la Rectoría. Esa misma tarde trascendió que a los interesados se les comunicó el acuerdo para que el candidato de unidad sea Octavio Pimentel Martínez, actual Coordinador de Vinculación e Innovación Productiva de la UAdeC.

Como escribimos reiteradamente en este espacio, en la carrera por la Rectoría sólo había dos con posibilidades: Octavio Pimentel y Jorge Alanís. A pesar de ello a dicha reunión asistieron varios funcionarios que habían expresado su interés por ser rector, aunque no tenían ninguna posibilidad de serlo.

Los mencionados precandidatos sin posibilidades fueron inventados por sus jefes y grupúsculos políticos para intentar presionar al Gobernador, simulando que tenían representatividad, para conseguir posiciones, prebendas o asegurar chambas. Estos son el director de la Facultad de Jurisprudencia Alfonso Yáñez Arreola, el director del Ateneo Fuente Josué Garza, el secretario general Víctor Sánchez y el coordinador de Planeación Luis Gutiérrez.

Sin ninguna posibilidad ni mérito para ser rector, estos “precandidatos” invirtieron dinero en su promoción como parte del plan del rector Salvador Hernández Vélez, para multiplicar precandidatos y después intentar manejar la sucesión y favorecer a alguien cercano a él.

No obstante, esta no fue la única intervención del rector y sus empleados para intentar imponer a su sucesor. Como lo hemos señalado en esta columna, Hernández Vélez primero hizo el intento fallido de modificar el Estatuto Universitario para imponer un criterio de género en la próxima elección de rector, y así favorecer a la Coordinadora de la Unidad Torreón, Sandra López Chavarría. Después inventó un candado, para que sólo los funcionarios que ya habían ocupado puestos de primer nivel en la UAdeC, pudieran aspirar a seguir en esos puestos, esto para favorecer y asegurarles chamba a los suyos, con sus respectivas altas compensaciones. A lo que le siguió una agresiva campaña negra de difamación en contra de precandidatos que no son de su grupúsculo, tales son los casos de Octavio Pimentel y Jorge Alanís.

Para desgracia del rector el acuerdo de un candidato de unidad llegó justo días antes de su último informe de labores que será el próximo 15 de enero. Aunque no se sabe qué va a informar, pues la UAdeC se encuentra en uno de sus peores momentos, sin viabilidad financiera, con problemas de corrupción, proliferación de aviadores, y los últimos lugares de los rankings de universidades. Con el informe inicia oficialmente la sucesión en la Universidad, pues al día siguiente se emitirá la convocatoria para elegir al próximo rector, que deberá ser votado a principios de febrero.

La noticia de que Octavio Pimentel será el candidato llega en un momento político justo, principalmente cuando más se requería calmar los ánimos desbordados al interior de la UAdeC en donde los últimos meses se registraron precampañas de promoción con derroche de recursos, y campañas negras para difamar precandidatos, provocando la polarización en la comunidad universitaria. Esta polarización podría propiciar las condiciones para que se infiltraran grupos políticos externos que buscan desestabilizar la Universidad y provocar ingobernabilidad en el estado.

No hay que olvidar que estas campañas sucias fueron impulsadas y promovidas por el rector Salvador Hernández y el director Alfonso Yáñez, presuntamente utilizando recursos públicos de las arcas de la Universidad y de la Facultad de Jurisprudencia (precisamente hace dos meses se documentó por el medio AtiempoTV el uso de los recursos de la Facultad de Jurisprudencia para la promoción de Alfonso Yáñez).

Fue precisamente el ahora precandidato de unidad, Octavio Pimentel, el objetivo de esas precampañas negras, ya que desde hace varios meses empezaron los ataques en redes sociales y medios de comunicación, que incluyeron notas falsas, ataques personales y hasta una nota fabricada en la Rectoría con información falsa en un medio nacional, presuntamente pagada y promovida por el rector Hernández Vélez. También hubo denuncias legales, mismas que terminaron retirándose, que fueron promovidas por Alfonso Yáñez. Todo este sucio juego tenía la intención de “bajar a Octavio” de la contienda.

La otra razón sobre la candidatura de Octavio Pimentel, es la urgencia de cambios en la Universidad, pues durante más de dos décadas los rectores y la alta burocracia universitaria han sido del mismo grupo político y los mismos apellidos. La UAdeC tiene una acumulación histórica de problemas, pero también de indolencia de las autoridades universitarias ante las necesidades de alumnos, maestros y trabajadores. Por la situación de desastre en el que se encuentra la UAdeC es necesario darle un cambio drástico, primero con un rector que no sea parte de los grupos tradicionales que piensan que la Universidad es de su propiedad, para hacer lo que quieran a costa del detrimento de la institución; y para que haya soluciones reales a sus problemas financieros, de bajo nivel académico, de ingobernabilidad, y de cacicazgos nocivos.

El gobernador Manolo Jiménez da buenas señales en el acuerdo del pasado viernes para el candidato de unidad, primero mostró que no se desentenderá de la UAdeC como lo hicieron sus tres antecesores, y por el contrario demuestra que va a buscar que haya cambios positivos en ella. También es un mensaje a políticos y grupos de que no va a permitir que algunos pocos desestabilicen el estado por sus intereses. Y deja claro que tiene una ruta de desarrollo y crecimiento para el estado en donde la Universidad jugará un papel fundamental.

Octavio Pimentel tendrá grandes retos que representan los grandes problemas que ha acumulado la Universidad durante décadas, pero muy seguramente con trabajo, talento, equipo y su compromiso con la UAdeC podrá corregir el rumbo.