Luis Fernando Hernández González.
Los mexicanos le guardan distancia y resentimiento a muchas de las actividades que estén relacionadas con la acción política, se podría decir que existe una resistencia sobrenatural para participar en estas diligencias, que deben de ser responsabilidad en su operación y resultados de todos los ciudadanos, frente a sus derechos y deberes que contempla la misma constitución en sus claros señalamiento.
Todo mundo se pregunta la actitud fatal y siniestra en el actuar político del dirigente nacional del PAN Marko Cortés al exhibir acuerdos y convenios, que muestra su carencia de madurez para el logro de ciertas metas, objetivos y resultados pactados, situación que lo proyecta a él como un vil simulador de valores éticos y morales, al mostrar lo sinuoso en que se constituye la regla de la política que él práctica.
Pues sin medir consecuencias y alcance en daños a la política y a la contienda ya encaminada en la política nacional procesal, asume un enfoque retador y pendenciero en su posición de dirigente con lo cual afecta a su propia organización política, y a la misma causa democrática que se dice encabezar en estos momentos de contienda procesal electoral 2024.
A días previos para el cierre de precampañas de los aspirantes a la presidencia de la república, el presidente y su candidata oficialista se emplearon en capitalizar el error más grave y serio cometido por Cortés del Frente Opositor, cuando el dirigente nacional del principal partido de la oposición, de manera inexplicable y contraproducente para su propia causa y la de Xóchitl Gálvez difunde el contenido de un acuerdo, cuyo texto expone compromisos de ganarse la contienda electoral en posiciones y reparto de áreas gubernamentales, según se sostiene en el documento.
En sus declaraciones, este señor no solo presenta hechos y situaciones inconsistentes e incumplidas que provocan deterioro y aversión social, al grado tal que dentro de los mismos círculos que cohabitan al interior social en las filas de este partido muestran su rechazo y piden su expulsión por la fatal inmadurez de su actuación, además de por su comportamiento en busca de una utilidad que le redunde en dividendos para su ejercicio de dirigente en su partido, dibujándose ante la sociedad una contradicción y conducta de repudio en su actuación.
Sostiene un análisis de Federico Berrueto Pruneda, que el gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, bajo la escasa aportación efectiva para el impulso de los resultados electorales en su campaña por el partido que dirige Cortés, desató la furia al pretender hacerse de una utilidad en posiciones de gobierno, en el sentido político de elección y cargos administrativos en el gobierno de Coahuila, cuyo punto de quiebre fue el pretender hacerse de la candidatura de Torreón sin mérito alguno. Con su actuar, hasta los panistas de Coahuila repudiaron a su dirigente nacional y respaldaron la postura del gobernador. Mientras, Cortés sirve al adversario cuando éste vive un difícil momento por los escándalos de corrupción en el círculo familiar del presidente y sus hijos, como también en las versiones de desviación de recursos económicos en la liquidación de empleados en NOTIMEX, para el financiamiento ilegal de campaña la campaña de Claudia Sheinbaum.
Ante este embrollo de forma por demás clara e inmediata en Coahuila ante estos hechos, surge
el reconocimiento público al gobernador Manolo Jiménez Salinas, como una muestra de la confianza que los ciudadanos en el estado tenemos en él, además del expresado en distintos espacios y reuniones por los organismos de la sociedad civil, empresarios, y de dirigentes partidistas ante la presentación inter partidario exhibido en el trascurso de la semana por el inmaduro presidente del Partido Acción Nacional; por su parte el titular del Poder Ejecutivo coahuilense, extendió su mano a todas las fuerzas políticas estatales, al señalar que su gobierno era de una auténtica formación ciudadana y que su trabajo estará sustentado en bien de todos los ciudadanos.
De ahí por qué cobran valor las palabras pronunciadas por la precandidata Xóchitl Gálvez en el auditorio de la Arena México, cuando el país necesita de una oposición que defienda y dé la cara por los mexicanos ante la falta de resultados de castigados por el mal gobierno ayunos de esperanza por la inseguridad, pobreza y corrupción. Ya se ha dicho, en las encuestas convencionales casi la mitad de los mexicanos reprueba al presidente López Obrador y la mayoría rechaza al gobierno en seguridad, salud, educación y combate a la corrupción. Estas cifras son relevantes ante el desproporcionado e ilegal despliegue propagandístico del régimen, de la complacencia de los órganos electorales ante lo que hoy se fragua como una elección política de Estado.
México llega a este 2024 intimidado, ésa ha sido la estrategia, intimidar a periodistas, medios, empresarios, universidades, a todos confrontándonos a unos y a otros.
Razón suficiente para que usted decida democráticamente, igual esquema que hoy gobierna o la modernización en la política participativa que nos impulse a nuevos y virtuosos escenarios de calidad de vida como mexicanos en este 2024.
