Abigail A. Correa Cisneros.
Dentro del paquete de reformas que presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador, incluye la que modifica la de Vivienda. En el Día de la Constitución Mexicana, el primer mandatario propuso cambios al Artículo 123 que amplía facultades al Instituto Federal del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
Desde 1992 no se propusieron cambios hasta ahora. Con esto, el presidente López Obrador pretende que la dependencia regrese al negocio de la construcción y, además, al arrendamiento inmobiliario en beneficio de los derechohabientes.
Destaca la creación de un organismo integrado por representantes federales que administren los refuerzos del Infonavit, para regular el acceso a los créditos. Si bien es una ley que sólo beneficiaría a algunos, es un cambio importante para los que cuenten con este derecho porque actualmente es difícil tener acceso a una vivienda.
El presidente López Obrador, subraya con su paquete de reformas el mal generalizado que tuvo el periodo neoliberal en México, y es riesgo de continuar con políticas basadas en los principios impuestos por el PRI y PAN en el pasado.
En el caso de la vivienda México se volvió precario desde finales de los 90, cuando la urbanización creció hasta que en la actualidad es insostenible en varias ciudades, principalmente la CDMX debido a la presencia de la iniciativa privada, misma que hoy dirigen, como salió a la luz desde hace unos años, los llamados cárteles inmobiliarios.
El problema va más allá del derecho a la vivienda. Tiene que tomarse en cuenta el uso de suelo, que se ha cambiado en numerosas ocasiones para beneficio de particulares. Que no se olvide que estos cárteles se especializan en hacer fraude al utilizar materiales de baja calidad y no aptos para el uso destinado.
Antes del periodo neoliberal, el Estado tenía bajo su tutela la producción de vivienda, que también tenía detalles a mejorar y que hoy podrían llevarse a cabo si se aprueba la propuesta de López Obrador, para lo que necesita la aprobación de dos terceras partes del Congreso, es decir, 273 votos de los 334 que requiere y en el Senado 71 de 84.
Una de las últimas modificaciones a la ley de vivienda, precisamente en 1992, fue al régimen de propiedad social del suelo, que incluyó cambios al artículo 27 de la Constitución y la expedición de la Ley Agraria en sustitución de la Ley Federal de Reforma Agraria, con esto se permitió la comercialización del ejido y que cada asamblea ejidal otorgara al ejidatario la capacidad de hacer lo que más le conviniera sobre su parcela, lo que aprovecharon los desarrolladores urbanos para obtener suelo barato y abundante destinado a la producción de vivienda como hoy sucede en Yucatán y otros estados del Sur de México.
Estos puntos deberían incluirse en estas nuevas propuestas, porque vale la pena el derecho que tienen los trabajadores a una vivienda digna; aunque por otra parte debe tomarse en cuenta cómo se vive ya en zonas gentrificadas. Resaltan los casos de la CDMX y Oaxaca, donde los mexicanos están siendo desplazados y más aquellos originarios de la zona debido al alto costo de la urbe.
El paquete que presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador incluye reducir las Cámaras del Congreso (300 diputados y 64 senadores), eliminando de tajo la Representación Proporcional. También propone la elección mediante voto directo de nueve ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Una de las reformas que más revuelo causó en redes sociales, es la de pensiones. El presidente no revierte la reforma de 1997, ni la reforma de 1973, ahora es una reforma compensatoria para que sea posible entregar a un pensionado el equivalente a su último salario o su salario promedio, según le convenga. La propuesta de López Obrador consiste en la apertura de un “fondo semilla” con un presupuesto de 64 mil 619 millones de pesos, que de ser aprobado comenzará funciones el 1 de mayo de 2024. Este fondo permitirá depositar el dinero faltante a las personas pensionadas.
En total son 20 propuestas presentadas en el marco del 107 Aniversario de la Constitución de 1917. Actualmente, Morena y sus aliados cuentan con 273 diputados y 75 senadores y la aprobación requiere dos terceras partes de los votos en el Congreso.