MAÍZ

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Rufino Rodríguez Garza.

La mañana estaba fresca pero el pronóstico indicaba que llegaríamos a 25°C por lo que no me llevé una chamarra; llegué a la Presa Pantalones y aunque parezca mentira aún conserva agua, misma que no le durará más que dos o tres semanas.

Crucé la cortina, me encaminé al oriente y al poco andar localicé el grabado de una planta de maíz, en efecto en estos apartados lugares lejos de Mesoamérica para el siglo XVI que llegan los colonizadores europeos ya se conocía el maíz, pues de alguna manera quizá por comercio ya se sembraba esta gramínea que fue domesticada hace 4000 o 5000 años en el centro de lo que ahora es nuestra República Mexicana.

Ya Francisco Cano en 1568 sale de Mazapil con 17 españoles en camino al norte pasando por la Laguna de Viesca, la de Mayrán y llegando a lo que ahora es Patos en General Cepeda y se asombró de lo que encontró en el camino: venados, osos, bisontes, nueces y uvas. Es recibido por una tribu que vive en los alrededores del Arroyo de Patos y es tratado amablemente por los naturales, le ofrecen carne, pescado y maíz, las casas de los nativos son de esteras.

Francisco Cano manda informe a la Intendencia de Guadalajara notificando lo anterior, agregando que los indios son “mansos”.

Esta es una de las primeras menciones sobre el maíz en 1568, otras evidencias de la presencia de esta gramínea nos la da la arqueología, pues hemos encontrado grabados de esta planta en unos cuatro o cinco sitios donde se representó esta hermosa planta tan útil en la dieta de los mexicanos, la siembra no fue extensiva pues el clima no ayudaba por lo que se mantuvo una bajísima producción, pues el agua siempre escaseaba y no permitía el riego como en el sur del territorio que ahora es México.

En Presa Pantalones se localizan dos sitios cercanos entre sí en lo que se grabó esta útil planta, el primero está el poniente de la cortina de la Presa Pantalones y la segunda justo al oriente donde termina la cortina.

En la primera representación son dos las plantas de maíz allí grabadas, llama a la atención que en el sitio también se observan pinturas en color rojo: triángulos dobles, círculos y marcas de orientación todo en color bermejo y muy erosionado, pues están expuestas a la intemperie, les afecta el sol, el agua y el viento.

En este sitio que estamos analizando es justo mencionar que hay cuentas a base de puntos, herramientas tales como proyectiles, navajas enmangadas, varias astas de venado cola blanca y muchos dibujos abstractos de difícil interpretación.

Observamos también que los grabados fueron elaborados en diferentes épocas, pues así nos lo indica la pátina de los mismos grabados.

Este sitio da mucha información de la forma de vivir de los cazadores-recolectores, está a unos 200 m de la cortina en la parte poniente, en cambio el sitio oriente de dicha presa es la representación de una sola planta, se trata a mi forma de ver de una representación única, pues nos da la impresión de ser un chamán-maíz.

El grabado es de no más de 40 cms de altura ve hacia el norte y tiene cinco hojas de cada lado de la caña o vástago, donde los últimos de la parte superior como que degeneran en brazos de una manera exagerada, pues llegan hasta la parte baja de la planta para de nuevo volver a subir. Cabe aclarar que el vástago o la caña termina en un semicírculo por lo que creemos que había cierto culto a esta importante planta que llegó de las tierras del sur traída por gente que intentaba comerciar, siendo así que nos trajeron al norte de México la referida planta y sus semillas que se llegaron a cultivar en pequeñas áreas donde hubiese condiciones favorables y por supuesto el preciado líquido.

En si se comprobó que poco a poco las culturas del centro estaban interactuando con los cazadores recolectores de estas zonas áridas.

Otra evidencia la localizamos en lo que ahora es el municipio de Francisco I. Madero, donde los estudiosos han desentrañado que en los alrededores del Río Aguanaval se cultivaron también las calabazas, concretamente en la comunidades ejidales de Charcas de Risa y  Tres Manantiales, sitios en los que se localizó cerámica adornada y que los especialistas que las estudiaron concluyen que se trata de influencias de Las Conchas, Chalchihuites y los indios Pueblo del sur de lo que ahora es Estados Unidos

Para concluir esta nota diremos que aunque muy escasa hemos localizado roca volcánica que fue traída del Sur, pues aquí por no ser hogar de volcanes no hay bancos de obsidiana; vale la pena recordar que no lejos de esta planta de maíz-chamán a no más de 200 metros al oriente se localiza una impresionante representación del Dios Tláloc.