A LA SALIDA NOS VEMOS

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

“Siembra vientos y cosecharás tempestades.”
Refrán popular.

A Andrés Manuel López Obrador no le salen las cuentas que hizo con sus otros datos para el final de su gobierno, durante 5 años y tres meses y medio se dedicó a insultar, difamar y acusar sin pruebas desde la mañanera a todo aquel que no estaba de acuerdo con sus mentiras, fueran estos periodistas, intelectuales, políticos, empresarios, colectivos, organizaciones sociales, organismos autónomos, medios de comunicación mexicanos y extranjeros y gobiernos de otros países que critican su actitud dictatorial y antidemocrática, los que ahora que está cerca el final de su desgobierno le comienzan a cobrar sus infundios.

Actualmente no hay día en que AMLO no tenga un escándalo que evidencia la enorme corrupción de los suyos, principalmente de sus cercanos, incluyendo a sus hijos y familiares; que delatan la militarización que hizo en México y su pacto con el crimen organizado, que gracias a él controla la tercera parte del territorio nacional; que señalan la opacidad en sus obras caprichosas y que acusen que su gobierno ha sido el más sangriento de la historia mexicana, más de 180 mil homicidios dolosos lo delatan como un pésimo presidente.

A López Obrador lo señalan de traidor, de mentiroso y de incumplir sus promesas de campaña. Se comprometió a terminar la corrupción, y lejos de eso la incrementó; prometió sacar a los militares de la calle, y por el contrario empoderó a las fuerzas armadas con miles de millones de pesos para que construyeran sus obras emblemáticas; dijo que traería la paz y lo único que hizo fue realizar un pacto con los criminales, bajo aquella fracasada estrategia de seguridad de “Abrazos no balazos”

Durante su mandato, AMLO ha insistido en minar todo lo que se había hecho por la democracia, invalidando al INE, dividiendo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación; asimismo al INAI le ha impedido realizar sus funciones; se apropió de los fideicomisos de muchos organismos, hizo añicos el servicio de salud que no cuenta con medicamentos, insumos y aparatos médicos, tampoco hizo algo por vacunar a los niños contra las enfermedades que comienzan a aparecer en la república, se olvidó de la educación, lo mismo que de la seguridad pública, de la infraestructura del país, del mantenimiento de los sistemas de transporte público, del sistema de agua para consumo humano, y un largo etcétera.

AMLO está padeciendo en sus últimos meses de gobierno lo que sembró durante sus largos años de mandato, lo cual se puede constatar con un refrán popular: “Siembra vientos y cosecharás tempestades”. Eso fue lo que hizo López Obrador. Por tal motivo, sus adversarios a los que tanto maltrató le están cobrando las afrentas, denunciando su pésimo gobierno, sus corruptelas, sus pactos inconfesables, sus políticas públicas erróneas, sus acciones incorrectas, su despilfarro y la polarización que creó dividiendo a los mexicanos.

A López Obrador lo ha sacado de quicio, lo ha enloquecido la realidad que con mentiras quiso disimular, pero AMLO lo que está padeciendo es lo mismo que les sucedía en mi época escolar a los abusivos que sometían al bullying a los débiles, pero cuando estos cansados ya de tanto acoso se animaban a retar a sus golpeadores amenazándolos “A la salida nos vemos”. Esto es lo que está sucediendo entre AMLO y sus adversarios.

Tal vez por eso, AMLO ahora esté diciendo que sus adversarios están planeando un fraude en las elecciones, que están preparando un golpe de estado técnico o que pretende anular las elecciones. Seguramente López Obrador ya se percató que las condiciones no le favorecen, por eso el hombre más poderoso de México se está quejando de la situación, y como un plañidero ha iniciado la actuación que mejor sabe hacer: la de víctima. Esta realidad ha hecho que desde el palacio nacional se estén ordenando encuestas a modo, cuyos resultados le dan desde 20 al 30 por ciento de ventaja a la corcholata favorita de AMLO: Claudia Sheinbaum, pues pretenden hacer creer que nadie le puede ganar, con el fin de promover el abstencionismo, pero la suerte está echada.

Política aldeana

En las elecciones presidenciales de 2018, AMLO obtuvo el triunfo con 30 millones 110 mil votos, lo cual define que López Obrador ganó con poco más del 50 % de la votación total, y el otro 47 % votó por el resto de los partidos. Por tal motivo, la situación no está definida para el próximo 2 de junio; tal vez por eso a AMLO se le ve furioso, preocupado, pues sabe que su corcholata no la tiene segura. Veremos que nos dice la votación en las elecciones presidenciales. Lo cierto, es que desde ahora se predice que el gobierno de la Ciudad de México lo perderá López Obrador y Morena.

Preguntas huérfanas

¿Será cierto que AMLO está pensando que al termino de su gobierno se exiliará en Cuba?

¿Cuándo se había visto que un militar le contestara a un candidato presidencial de la manera en como lo hizo recientemente el secretario de Marina cuando le contestó a Xóchitl Gálvez?

¿Qué tan cierto es que los jóvenes y la clase media son quienes pueden hacer ganar a Xóchitl Gálvez?