Javier López Medina.
La sabiduría de unos pocos puede ser la luz de la humanidad;
Pero el interés de unos pocos no es el beneficio de la humanidad.
James Harrington, 1656.
Hoy la agenda política está en cada uno de los electores, no está en las cúpulas del poder.
Desde hace algunos años, conforme el internet y las redes sociales se han venido desarrollando, la política ha venido cambiando en todo el mundo.
Antes la forma de pensar era impuesta desde los grandes medios de comunicación, llegaba a los medios estatales y desde ahí a los medios locales.
La verdad la iban diseñando desde una oficina y luego la distribuían en los grandes medios nacionales y los demás medios hacían una repetición de la verdad dicha.
A partir de ahí los electores daban por hecho lo que periodistas como Jacobo Zabludovsky, Lolita Ayala, Abraham Zabludovsky, Ricardo Rocha, Juan Ruiz Healy comentaban en el noticiero de en la noche. Era la única verdad existente y la única en la que había que creer.
Los últimos que alcanzaron a diseñar la verdad única, fue Felipe Calderón en el 2006 y Enrique Peña Nieto en el 2012, ahí todavía alcanzaron a permear desde arriba los encabezados y la nota que iba a salir hasta en el pasquín más pequeño.
Pero ahora todo es diferente, las redes sociales han alcanzado a tener una cobertura amplia como medio de información y comunicación y la gente tiene su propio criterio, se forma su propia idea, al mismo tiempo que las ideas en los grandes medios están surgiendo.
Por ejemplo, las encuestas de Demotecnia, Mitofsky otras casas encuestadoras hablan de una diferencia entre Claudia Sehinbaum y Xóchitl Gálvez de entre 20 y 30 puntos, a favor de Claudia, el Financiero habla de una diferencia entre 10 y 20 puntos a favor de Claudia y una encuestadora Massive Caller ve empate técnico entre las dos contendientes a la presidencia de la República. La pregunta es ¿A quién creerle?
Todos los días través de algunos medios y periodistas se diseñan estrategias, apariencias, estratagemas para formar un criterio en el electorado, pero todos los días a través de otros medios se forman otras estrategias, apariencias, estratagemas para plantear los mismos hechos de otra manera, la pregunta es ¿A quién creerle?
Los contendientes se esfuerzan por formar criterios, formar noticias, filtrar ideas, encuestas que le favorezcan; es válido, la política es lucha y ha demostrado no tener límites en muchas etapas de la historia.
Pero ahora el juego no lo definen los de arriba, lo definen los de abajo, todos los días en las redes sociales se da una intensa batalla entre comunicadores con sentido común; entre votantes de carne hueso, sin esperar línea de algún lado van formando su propio criterio, analizando los candidatos, evaluándolos y definiendo su favorito.
A menos de un mes de la elección. Mientras los de arriba siguen en una intensa batalla de verdades y apariencias, los de abajo ya decidieron.
Tal parece que el poder cambió de manos.
Javier López Medina
Escritor.
Lic. En economía.
Lic. En Estadística
Maestría en administración y políticas públicas.