José Guadalupe Robledo Guerrero.
Hoy se realizará el Tercer “debate” entre los que aspiran a la Presidencia de la República, quienes durante dos horas supuestamente hablarán de sus propuestas, para resolver los problemas que les plantean los temas que tratarán. En 120 minutos, los tres presidenciables hablarán sobre Política Social; Inseguridad y Crimen Organizado; Migración y Política Exterior; Democracia, Pluralismo y División de Poderes.
En esta ocasión hay quienes creen que el “debate” será distinto a los anteriores, que Claudia Sheinbaum ya no repetirá las mentiras del presidente, y ya no insistirá en defender lo indefendible: a AMLO y a su cuarta transformación. Esperan que Xóchitl Gálvez, esta vez diga en qué situación se encuentran los temas a tratar, luego de los más de cinco años que lleva “gobernando” López Obrador, y señale con precisión que hará para remontar esos años perdidos. De Jorge Álvarez Máynez, “El Esquirol”, solo se augura que habrá las sonrisas a diente pelón a que nos tiene acostumbrados.
Los temas a tratar en el tercer “debate” son visiblemente importantes, tal es el caso de la inseguridad y el crimen organizado, pasando por la migración y la política exterior, la que una vez sí y otra también es dinamitada en las mañaneras por AMLO, quien no ha podido frenar su diarrea verbal de estar atacando al principal socio comercial de México: Los Estados Unidos, y defendiendo a ultranza a los dictadorzuelos de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
La inseguridad pública, que AMLO no logra visualizar, mantiene a los ciudadanos en el temor diario, y en base a la impunidad, el crimen organizado domina la tercera parte del territorio nacional, según datos que se manejan en el interior y exterior de la república mexicana. Ante tanta evidencia diaria, nadie puede negar (solo López Obrador), el brutal derramamiento de sangre. Según El Economista, de diciembre de 2018 a diciembre de 2023, 171,085 asesinatos dan cuenta de ello.
Además, hay que contabilizar en la violencia desatada a las 9 mujeres diarias que son asesinadas por los feminicidas. Según el gobierno hay alrededor de 100 mil desaparecidos, y como parte de la criminalidad-impunidad, debemos considerar las extorsiones, la trata de migrantes, la trata de blancas, el tráfico de órganos, el tráfico de drogas, etc. Este tema para los presidenciables es difícil y complicado, pues es uno de los más importantes para los mexicanos como para el país.
Pero también es trascendente para la economía el asunto de la migración, que se ha convertido en una invasión que están alentando los gobiernos latinoamericanos, principalmente los de Cuba y Venezuela que han abierto sus fronteras para que salgan en busca del Sueño Americano los que así lo deseen, para quitarse de encima un problema. También, López Obrador es uno de los mandatarios que alienta la migración, abriendo la frontera del sur a miles de migrantes de todos los continentes.
Por otro lado, la política exterior del obradorismo ha roto con toda la tradición diplomática de México, comenzando por imponer en pago a favores, a políticos como embajadores sin experiencia ni conocimiento del servicio exterior, pasando por sus desencuentros e injerencias con Perú, Ecuador, Argentina, España, Estados Unidos, el Parlamento europeo y entidades particulares de diversos países.
Como dato adicional a la migración, las autoridades de Nueva York, uno de los paraísos para migrantes, se quejan de la enorme carga que representan los 180 mil migrantes que se encuentran en la gran ciudad, y que no tienen con que sostener a esas personas.
De la democracia y división de poderes ni hablar, pues AMLO ha insistido en poner a sus órdenes al INE y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por tal motivo no respeta la Constitución, ni le hace caso al INE en limitar su protagonismo electorero e insiste en doblegar a la SCJN, cuya magistrada-presidenta, Norma Piña, ha resistido los embates presidenciales.
De la política social solo hay un tema: Las pensiones y becas del bienestar, que López Obrador constituyó para comprar votos, por eso mismo los presidenciables compiten por quién promete dar más, esa es la argucia para acarrearse votos. ¿Será ese el destino de las elecciones mexicanas, que obtenga el triunfo el que más dádivas promete?
Los presidenciables están peleándose el voto de quienes acuden a las urnas, que en México son alrededor del 60 por ciento del padrón electoral, pero se olvidan de los abstencionistas que representan entre el 40 y 30 por ciento de los electores, para ellos no hay propuestas ni promesas, pues finalmente son los mismos por los que nunca han votado.
Política aldeana
Nadie logra entender la razón por la cual AMLO, su partido y sus candidatos insisten en atacar a la oposición, pese a que consideran que “el arroz ya se coció”, y que las elecciones solo son un trámite.
Ahora es López Obrador quien acusa que la oposición puede hacerle fraude electoral a la Sheinbaum, cuando es visto por todos que no hay piso parejo, y que el proceso electoral hasta ahora se encamina hacia una elección de estado, tal y como se ha dicho en la prensa mexicana y extranjera.
Seguramente López Obrador no está dispuesto a entregar la presidencia si pierde su candidata, acusando que le hicieron fraude, para polarizar al país como nunca antes. La victimización de AMLO es mentirosa, y es la estratagema que siempre utilizan los mentirosos, cobardes y corruptos como el presidente que tenemos.
Preguntas huérfanas
¿Quién en sus cinco sentidos creerá que AMLO, su partido y la 4T no mienten, no roban y no traicionan?
¿Por qué al final de su sexenio López Obrador continúa echándole la culpa de sus fracasos y pifias al pasado?
¿Será cierto que AMLO y Morena salieron tan malos, corruptos e incapaces que hoy el PRI, PAN y PRD se han convertido en los salvadores de la nación?
¿Qué tan sano es para una república que los que no pagan impuestos y reciben apoyos gubernamentales sean los que decidan el futuro de un país?