Rufino Rodríguez Garza.
En un lugar de Coahuila se localiza una comunidad ejidal llamada Nueva Delicias, hermoso lugar con agua que baja de la sierra, los jardines son muy verdes donde se observan también árboles frutales: naranjos, toronjas, limoneros, moras y duraznos todos de jardín.
Aquí fue asiento de una hacienda que se llamó Las Delicias, aún se observan algunas capillas de aquellos tiempos, gente noble y trabajadora, actualmente tienen sus pailas donde queman candelilla.
Las pocas tierras se usan para sembrar forrajes y otras gramíneas. El acceso es bueno, se llega hasta el ejido por un camino que sale de San Pedro de las Colonias, se toma la carretera hacia Cuatro Ciénegas y se llega al Valle de las Delicias.
Se puede llegar y platicar con los Mata Agüero, quienes cuentan con un restaurante y es atendido por la hermosa familia del señor Mata.
Este buen hombre también es un excelente guía y te puede llevar a sitios de mucho interés arqueológico, desde enero me puse en contacto con el profesor jubilado Sergio Quiroz Rendón quien es conocedor de todas las comunidades que hay en el municipio de San Pedro y algunas veces va al vecino estado de Durango, donde también graba y fotografía todo lo interesante de estos retirados pueblos y rancherías; de todo lo que sube a la Red nos enteramos de las festividades de cada comunidad y documenta todas sus “reliquias”. Se trata de un acto de devoción hacia algún santo y que normalmente las personas ofrecen una comida.
En la fiesta se acostumbra que estén acompañando los matachines, una bonita costumbre que viene desde la época colonial y que en la región de La Laguna prendió y se sigue haciendo.
Aquí en las Delicias me comentaron que hacen una modesta procesión que en su mayoría son mujeres y por cierto vestidas con ropa oscura y que en esta ocasión desgraciadamente no pude ver.
Bueno pues entablamos contacto y quedamos que el sábado 30 de marzo visitaríamos un importante sitio con pintura, el profe se puso de acuerdo con el ingeniero Sergio Rendón y en un carro Volkswagen del año 92 nos encaminamos al mencionado sitio.
Desde hace más de tres años, compañeros egresados del Tecnológico de Saltillo nos reunimos en San Pedro acompañados por nuestras esposas; el ingeniero José Rodríguez Montes nos proporciona hospedaje en una propiedad en las orillas de la ciudad de San Pedro que se llama América.
Aclaro que el ingeniero Rodríguez Zamoncet es compañero de la cuarta generación del Instituto Tecnológico de Saltillo, el buen profesor en cada ocasión nos lleva a conocer sitios diferentes, aunque hemos ido a otros lugares con él y con otros compas de Saltillo me refiero a Julio César Carranza, José Guadalupe Flores Ventura y por supuesto el que suscribe.
Este sábado Santo nos encaminamos al Cañón de la Leona a partir del ejido todo en terracería y camino muy malo y pedregoso. Como a 6 kilómetros hay que dejar el coche y cargar las mochilas y caminar desde el ejido todo es cuesta arriba, el calor subía conforme se hacía tarde.
El carro se atascó en la grava del arroyo y el amigo ingeniero Rendón Martínez llevó una pala, que gracias a ese instrumento se pudo salir del atolladero, caminamos hasta llegar al Portal, lugar donde se hace muy angosto este cañón y que el sol llega al centro por esa hendidura en la entrada de la primavera.