Abigail Angélica Correa Cisneros.
Con un triunfo que se venía anunciando Claudia Sheinbaum es la virtual presidenta de México, en 200 años la primera mujer en México. De acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral (INE), la morenista alcanzó el 59.35 por ciento de los votos. Estas votaciones son históricas también por la participación ciudadana, que no se veía hace décadas. Las del domingo se consideran las más grandes de la historia de México, votaron aproximadamente 59 millones 307 mil personas, de un total de 98 millones 517 mil registros. Claudia Sheinbaum es hasta ahora quien llega a la presidencia como la más votada.
Demuestra que la aprobación de la 4T es contundente y los mexicanos optaron por seguir el mismo rumbo al elegir a la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia (Morena,
Partido Verde y PT) de quien hoy los mexicanos tienen muchas expectativas, pues es la candidata más votada. La oposición ya salió a decir que hay un supuesto fraude y militantes de lo que representa la derecha mexicana expusieron en redes sociales su clasismo, que ya los caracteriza con ideas de que únicamente la clase baja eligió a Sheinbaum.
La encuesta Atlas Intel indica que dos de cada tres ciudadanos con educación básica optaron por la abanderada de Morena y los de estudios superiores muestran un balance de preferencia entre la candidata del PAN y la morenista. Los datos de la encuesta Áltica muestran que Claudia Sheinbaum gana por encima del 52 por ciento en los grupos cuyos ingresos van de menos de 10,000 pesos a 50,000 pesos, pero su punto fuerte es el sector con ingresos por debajo de la primera cifra (69 por ciento), seguido de aquellos con entrada de dinero entre 15,000 a 25,000 pesos (62 por ciento).
La próxima presidenta de México se enfrenta a un país polarizado, pese a que la diferencia entre ella y el segundo lugar es amplio, sigue siendo cierto que un gran número de mexicanos no confía en su proyecto. Es el resultado de que falta mucho por hacer en materia de inseguridad y otros aspectos que en seis años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no han podido resolverse, por eso es bueno que siga una continuidad. Es imposible que en poco tiempo se resuelvan problemas que acarrean décadas en los que fueron invisibilizados por los gobiernos anteriores a éste.
Por otra parte, México eligió, desde que empezaron las campañas, a una mujer para liderar el rumbo del país, lo que se traduce como un referente para el resto de las mujeres quienes ahora ven que se puede llegar a espacios importantes en cualquier rubro.
La virtual presidenta tendrá que demostrar que no es el títere del que habla la oposición.
Es claro que llega con ideas propias, con un proyecto que podría mejorar México y encaminar las soluciones que están pendientes, sobre todo se espera que no traicione a la nación, ignorando causas como el medio ambiente y a grupos vulnerables.
La violencia contra la mujer sigue siendo foco rojo por lo que urgen programas y políticas públicas que hagan desaparecer, por lo menos disminuir este problema, la presidenta virtual se comprometió a que ésta será una de sus primeras iniciativas presentadas el primero de octubre y dijo que su gobierno será aliado de las mujeres. Los siguientes seis años, Claudia Sheinbaum tendrá que disminuir la brecha entre los mexicanos porque podría tambalear la balanza hacia la derecha, que ha ido avanzando en América Latina.
Desde el Centro
Se esperan elecciones en Estados Unidos y el presidente Joe Biden acaba de limitar el derecho a asilo a migrantes, al ver que el discurso antiinmigrante funciona a su oponente. La medida fue rechazada incluso por integrantes del partido Demócrata y defensores de inmigrantes… Otra cosa contundente que demostraron estas elecciones fue que los mexicanos no olvidan. Entre los grandes perdedores se encuentra el Partido Revolucionario Institucional, que solamente pudo sostenerse gracias a una alianza en la que incluso hubo traiciones. Alejandro Moreno, mejor conocido como Alito, llegó a sepultar al partido que gobernó México durante décadas, aferrarse a este barco encallado es absurdo, porque tiene los cimientos corroídos gracias a la corrupción que se gestó en toda su historia. Del Partido de la Revolución Democrática también podemos decir que agoniza.