Candiles de la calle y…

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

AMLO y Claudia Sheinbaum festejaron la liberación en Londres del hacker australiano Julián Assange, que estaba preso por haber revelado información obtenida ilegalmente de Estados Unidos, misma que supuestamente le dieron espías rusos, considerada de defensa nacional y que se refería a Irak y Afganistán, además de correos de personajes del partido demócrata. Assange fue el fundador de Wikileaks.

Como un dato risible, también celebraron la liberación de Assange otros “candiles de la calle y oscuridad de sus casas”: los presidentes de Venezuela y Cuba, Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel, quienes festejaron el triunfo de la libertad de expresión. ¡Qué poca madre!

Mientras el presidente de México y la presidenta electa brincaban de gusto por la libertad de Assange, que para ellos también significaba el triunfo de la libertad de expresión, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), cuyo titular es Pablo Gómez Álvarez “El hombre de Moscú”, enderezaba una investigación de los “movimientos extraños” en las cuentas bancarias de Víctor Trujillo “Brozo”, Carlos Loret de Mola y su esposa, lo que hasta ahora se ha considerado como una burda venganza de López Obrador contra Latinus y los periodistas críticos que allí laboran.

Loret de Mola ha sido, sin duda, el periodista que más investigaciones realizó sobre la grosera y cínica corrupción que priva en el gobierno de AMLO y la 4T, exponiendo la deshonestidad de los cercanos al presidente mexicano, entre ellos sus hijos y familiares y sus funcionarios favoritos, pasando por sus fracasadas y opacas obras caprichosas.

Carlos Loret durante todo el gobierno de AMLO alimentó la agenda nacional, muchas veces arrebatándole el protagonismo a la mañanera del presidente, obligándolo a mentir como solo él sabe hacerlo, pidiendo pruebas que estaban a simple vista y mencionando a Loret de Mola 600 veces con calumnias, diatribas, insultos y acusaciones sin ningún argumento o evidencia, como es su costumbre.

Durante los más de cinco años que lleva en el poder presidencial, AMLO ordenó perseguir a Loret y a otros periodistas críticos, difamándolos y poniéndolos en una situación de riesgo para su integridad física tal y como es costumbre entre los populistas dictadores de América Latina y el mundo.

Lo cierto es, que la bandera de la libertad de expresión que tanto festejaron con la liberación de Assange López Obrador y Claudia Sheinbaum, está ausente en México, y continúa siendo una realidad: dinero y apapachos para los sumisos propagandistas del gobierno y persecución y garrote para los que investigan la corrupción gubernamental. Lo mismo de todos los gobiernos anteriores.

Si esta persecución continúa, seguramente Carlos Loret ya tiene pensado exiliarse en Estados Unidos, pues en México no será posible su estancia, ya que su seguridad y la de su familia no tendrá protección en nuestro país, pero quienes por ejercer su profesión de periodistas han sido agredidos por el gobierno, saben que deben manifestar su solidaridad con Loret de Mola, por haber mostrado lo que representa la libertad de expresión para un sistema democrático. Mi solidaridad incondicional con el valiente periodista que hoy es perseguido y acosado por el régimen obradorista.

Política aldeana

Desde hace años, cuando los gobernadores de Coahuila comenzaron la tarea de visitar países de otros continentes para promocionar al estado con el fin de atraer empresa e inversiones, me he dedicado a predicar en el desierto, preguntando insistentemente si tenemos el agua suficiente para poder sustentar el enorme crecimiento sin planeación que ha experimentado la región sureste, y principalmente Saltillo. Para muchos es comprensible la dedicación de los mandatarios coahuilenses de atraer empresas, pues ante la falta de recursos por la mega deuda y los recortes federales que ha sufrido el presupuesto estatal para hacer obras importantes, algo tienen que hacer para justificar su mandato. Ahora que Conagua ha notificado que los mantos acuíferos que surten de agua a nuestra ciudad están sobreexplotados, a nadie debe caberle duda que estamos en una situación riesgosa, más ahora que el agua comienza en México y el mundo a ser una prioridad por la sequía y el cambio del climático. Lo informado por Conagua, lamentablemente le da la razón a nuestra insistente preocupación, ahora nada más falta que las autoridades coahuilenses le pongan atención a la sobreexplotación de los mantos friáticos, pues según se sabe ya estamos consumiendo el agua recolectada hace cientos de años, el agua fósil.

Preguntas huérfanas

¿Será cierto que hay abogados que defiendan a su colega que cobarde y abusivamente golpeó y humilló a un vigilante de un fraccionamiento de la tercera edad? Qué poca…