México es un país de pobres, gobernado por miserables

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Jorge Arturo Estrada García.

«Existen dos maneras de ser engañados. Una es creer lo que no es verdad,
la otra es negarse a aceptar lo que sí es verdad».
Soren Kierkegaard.

“La verdad es demasiado difícil de obtener para andarse con prisas”.
Bob Woodward.

«Hay una buena razón por la que nadie estudia historia,
simplemente te enseña demasiado».
Noam Chomsky.

Andrés Manuel le cambió la inercia al país. Su paso arrollador rompió viejas hegemonías e instala la suya. López Obrador durante un par de décadas se dedicó, con intensidad, a conquistar el poder. Luego, buscó tener el control del país para no perderlo, gobernó para eso. Su gobierno fue tóxico. Él sabe que la historia la escriben los vencedores. Sin embargo, el presidente, ha dejado demasiadas fallas y tragedias documentadas.  Deja como herencia a un país dañado. Destruye al régimen democrático. Ahora, intenta establecer su Maximato. México es un país de pobres, gobernado por miserables. Eso no ha cambiado.

Durante seis años, AMLO, resistió el tibio asedio opositor y terminó por aplastar a sus “adversarios”. Así, primero, con dedicación fue acercando a los hombres del dinero y a los militares, dándoles trato especial y negocios. Luego, los convirtió en socios y ganaron mucho dinero. Simultáneamente, deposita dinero en las cuentas de 28 millones de personas, con un financiamiento histórico de 745 mil 813 millones de pesos, lo que es un 27 por ciento más respecto a la inversión del 2023. De los 35 millones de hogares que hay en el país, el 79 por ciento recibió al menos un programa.

Por el momento, López Obrador no deja gobernar a Sheinbaum, aún no es tiempo. Por lo pronto, ella, parece conforme con ese papel.

Entonces, blindado en lo político, lo electoral y con los ciudadanos contentos recibiendo dinero del gobierno, 40 millones de personas no quisieron acudir a las urnas. De los 60 millones que sí votaron, 36 lo hicieron por Claudia. Es decir, 64 millones de mexicanos no votaron por ella, No hay mandato ciudadano para Morena. Hay resignación y conformismo. Este país se gobierna con mentiras y dádivas.

Por el momento, López Obrador no deja gobernar a Sheinbaum, aún no es tiempo. Por lo pronto, ella, parece conforme con ese papel. Para la doctora todo fue sencillo, el tabasqueño hizo gran parte del trabajo. Primero, la hizo candidata, luego movió sus piezas y ganó la elección. En la actualidad le va imponiendo el plan de gobierno, por lo menos de arranque.

El manto protector, de López Obrador, la hizo presidenta en una elección poco competida. La oposición y los medios, en general, han sido aplastados. Mientras Andrés Manuel esté vigente ella queda blindada. En la actualidad el poderío de este inquilino de palacio nacional es insuperable. A cambio le sería exigida lealtad a toda prueba. Algunos se preguntan si Claudia resistirá los ataques y críticas ante las fallas de su gobierno, y las que heredará del tabasqueño. De igual forma, se preguntan si alguien se animará a atacarla. Será interesante conocer si será capaz de mantener los alfileres en su lugar, los que sostienen todos los desastres del legado de López Obrador. Él lo hace con sus rollos mañaneros y gran dosis de cinismo.

Al parecer, pocos mexicanos compraron el argumento de que el proceso, de junio del 2024, era una elección relevante. Para la mayoría, salir a votar no fue un asunto crucial porque perciben que el país camina en la ruta correcta, y ellos tienen dinero mensual, puntual, para terminar la quincena y abonar a las deudas. Así, Morena se convirtió en un gigante con gubernaturas y legisladores.

Conviene conocer que, de la población encuestada, por el INEGI, este año, el 31 por ciento informó que, durante el último mes, no tuvo dinero suficiente para cubrir sus gastos sin endeudarse. Entonces, el 68.3 por ciento tuvo que reducir sus gastos, mientras que el 41.6 por ciento pidió prestado a familiares o amigos y el 32 por ciento utilizó sus ahorros, para completar

De igual forma, el 45.9 por ciento de los ciudadanos mencionaron que casi nunca, o nunca, le sobra dinero al final del mes. Asimismo, el 34.6 por ciento dijeron tener poca o ninguna capacidad para hacer frente a gastos inesperados. Es evidente, que 3 mil pesos mensuales o más, que llegan de las Becas del Bienestar son muy apreciados en los hogares. No hay que perder de vista que más del 40 por ciento de los mexicanos tiene empleos informales y sin prestaciones.

López Obrador aplastó a la oposición y encumbró a Morena. También, él destruye al partido de la izquierda mexicana, al PRD, que desaparece luego de la derrota de junio. Por su parte el PRI y el PAN quedaron severamente dañados. Ya hasta piensan en cambiarse de nombre para intentar renovarse. El Movimiento Ciudadano sirve de esquirol y hace el ridículo, pero consigue votos con sus canciones pegajosas y con sus candidatos que parecen sacados de las tiras cómicas.

Durante su gestión, López Obrador, intentó evitar devaluaciones, gasolinazos, masacres y cadenas de corrupción. En todos estos temas falló estrepitosamente. Los avances fueron mínimos, deja al país prendido con alfileres. Al borde de un estado fallido. El nearshoring es un espejismo que nos evade, no se concreta, los reportes de Inversión Extranjera Directa son las tradicionales reinversiones de las empresas ya instaladas. Los mercados financieros alertan y reportan malestar por los intentos del tabasqueño de construir su régimen totalitario.

En México, las ideologías y la democracia son lujos, ni se conocen ni se comprenden. No hay izquierdas ni derechas, la sociedad mexicana se mueve por la necesidad, cuando llega a las urnas. Somos millones de solitarios que no pensamos más allá de nuestras familias y como llegar al fin de la semana o la quincena. Eso lo estudió y lo aplica a perfección el presidente. Este país se gobierna con mentiras y dádivas.

En este momento, el tabasqueño busca ansiosamente el control absoluto. Seguramente está feliz, feliz, en su Palacio, ya que conservó el poder.  Es un poder que por décadas anheló y que parece no estar dispuesto a soltar. Tal vez podría prestarlo o compartirlo. Morena es suyo y el poder es suyo. No hay líderes en este país con el respaldo y fervor que despierta López Obrador. Las cosas están más interesantes. Veremos.