Amaranta Madrigal.
Mientras el sol se esconde, me regalo una orquídea
bello ser que camina sin mover sus pies
su alma de alas surca aromas
deliciosamente extraños
habla sin hacer ruido
vive de puntitas
dentro tiene un Niágara
como de lengua que rebasa al pensamiento.
Vida nefasta
donde el ganador es juez
de raíces podridas.
Desde el fango, mi orquídea, vuela de nuevo.