Enójense las comadres y saldrán todos los trapitos sucios a relucir

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Jesús M. Moreno Mejía.

“En las cosas dudosas
(que se emprenden), la
mayor dificultad está
en los principios”.
Miguel de Cervantes.

            Una sensible conmoción se dejó sentir entre los militantes del viejo Partido Revolucionario Institucional (PRI) el pasado domingo 7 del presente mes de julio, al ser modificados sus estatutos en la XXIV Asamblea Nacional a fin de que su dirigencia pueda ser reelecta hasta por tres períodos, lo que da la posibilidad a Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas estar al frente como líder de ese instituto político por ocho años más.

Los casi tres mil delegados estuvieron de acuerdo en cambiar el primer párrafo del artículo 178 de los estatutos del PRI, que a la letra decía: “Artículo 178. Las personas titulares de la Presidencia y la Secretaría General electas para los Comités Ejecutivo Nacional y Directivos de las entidades federativas, durarán en su función cuatro años, y las electas para los Comités Municipales y de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, durarán en su función tres años, sin posibilidad de ser reelectos en ningún caso”.

Si bien no tenemos literalmente los cambios de dicho artículo, pero el resultado es obvio, se eliminó el último renglón de dicho artículo (…sin posibilidades de ser reelecto en ningún caso) y se autorizó la reelección hasta por dos períodos consecutivos, que para tal caso serían ocho años más pues “Alito” ya culminó su primer ciclo.

Sin embargo, cabe aquí la posibilidad de hacer valer la sentencia que hace el filósofo y biólogo británico, Thomas Huxley: “Las dificultades de un hombre comienzan cuando trata de hacer lo que quiere (en este caso en provecho personal)”. Pues si bien “Alito” logró la aprobación de la mayoría de los delegados, por otro lado, los ex líderes nacionales de dicho partido, Dulce María Sauri Riancho, Manlio Fabio Betrones y Arturo Montiel, entre otros, se pronunciaron en desacuerdo con la reelección de la dirigencia de su partido, pues calificaron los pretendidos cambios de la dirigencia como una arbitrariedad de Alejando Moreno Cárdenas.

Incluso, una semana antes se publicó un desplegado en un diario de la CDMX, firmado por 80 connotados priistas, denunciando lo que se pretendía llevar a cabo en la Asamblea Nacional, en cuyas firmas figuraban  los líderes antes mencionados, además de Aurelio Nuño, Enrique Ochoa, Pedro Joaquín Coldwell entre otros, lo que motivó a “Alito” Moreno, a advertirles  que se les  iniciarán procesos de expulsión a todos ellos y a todos los que consideró han dañado a su partido. “Nos vamos a ir con todo, porque esta bola de cínicos lastimaron el nombre y el prestigio del PRI”, sentenció el líder nacional en rueda de prensa el lunes 8 del presente mes.

También amenazó concretamente a Beltrones, con revelar lo que de él está señalado en el expediente relativo al asesinato de Luis Donaldo Colosio en 1994, pues dentro de esos documentos, aseguró “Alito”, hay una narrativa judicial relacionada con los priistas que participaron en dicho crimen, y a Sauri Riancho la acusó de estar implicada en el caso Pemexgate, de donde ella derivó una suma millonaria de pesos a la campaña presidencial de Francisco Labastida, cuya candidatura finalmente se perdió en el año 2000.

“Para Alito, primero es él, después es él,
Y al final es él”, Francisco Labastida.

En reciente entrevista al priista que fuera candidato del PRI a obtener la Presidencia de la República, Francisco Labastida Ochoa, declaró que el líder de su partido busca enquistarse en la dirigencia, y mediante la legislatura obtener impunidad en los negocios sucios que realiza, pero también, beneficiarse de las prerrogativas que recibe el instituto político.

Incluso acusó a la dirigencia del PRI, no tener en la actualidad ni ideas, ni programas de beneficio para la militancia y logros para el país. “No tiene objetivos concretos, pues para Alito, primero es él, después él y al final es él”, declaró.

Son muchos los personajes de dicho instituto político que han criticado a Alejandro Moreno Cárdenas, la mayoría ex funcionarios de los tres niveles de gobierno, los que se supone deberían estar apoyándolo. Ejemplo de lo anterior son los gobernadores de Coahuila y Durango, ambos producto del PRI, quienes no estuvieron en la Asamblea Nacional del domingo 7 del presente mes.

A nivel municipal, la alcaldesa de Gómez Palacio, Dgo., Leticia Herrera Ale, declaró ante la prensa regional, no estar de acuerdo con la reelección de Alito, al declarar: “Su ciclo ya se cerró, el PRI va a tener que desaparecer si sigue él al frente. Yo no acudí a la Asamblea de mi partido, soy consejera nacional, pero no acudo a donde no estoy de acuerdo; es triste ver la situación que está pasando”.

Quien esto escribe no pertenece a ningún partido, pero también creo que es triste lo que está pasando en el PRI, en el PAN, en MC e incluso en Morena, pues siempre han salido a relucir los intereses personales, los de facciones dentro de cada partido, sin dejar fuera de ello a los otros partidos pequeños, también llamados “satélites” (PT, PVEM), así como otros que funcionan a nivel local; la situación de cada uno de ellos es crítica  y la prueba ha sido la pérdida de registro del PRD, por lo que ya hacen trámites sus dirigentes para constituirse como una nueva organización política, así como lo intentan de otras agrupaciones que ya han manifestado participarán en  futuras contiendas electorales.

Seguramente, nuestros amables lectores, tienen otra mejor opinión.

¡Hasta la próxima!