¡Pobre educación mexicana!

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

Hace décadas, en los tiempos posteriores a la revolución mexicana, en nuestro país había tres personajes prestigiados en las comunidades en esa nación de 18 millones de habitantes: el cura, el profesor y el abogado. En la actualidad ya no es así, los curas ahora tienen la imagen de pedófilos y de otros abusos; al abogado lo identifican por sus tranzas, complicidades e ilegalidades, y a los profesores de sumisos y ácratas sindicalistas, mal preparados y alejados de su profesión y responsabilidad, y cuyos dirigentes se han enriquecido repentinamente.

El gobierno también desde hace tiempo abandonó la educación, a pesar de saber que solo educados, los sectores desfavorecidos podían salir de su pobreza y escalar nuevos estadios de bienestar. Con la mala educación en las escuelas públicas, aparecieron los colegios y universidades privadas, no solo para los ricos que podían pagar, sino para las familias obreras o de clase media que querían invertir con sacrificios en la educación de sus hijos.

De esta manera, la educación y la salud se fueron privatizando, debido a la estrategia de los gobernantes, pero a decir verdad, en los anteriores gobiernos federales ninguno tuvo el descaro de nombrar como secretario de Educación Pública (SEP) al dirigente del partido gobernante, tal y como sucedió con Mario Delgado Carrillo, dirigente de Morena que le organizó la campaña a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.

La Unión Nacional de Padres de Familia preocupados y alarmados por el rumbo que puede tomar la educación, envío un comunicado en donde aseguran que Mario Delgado “tiene poca experiencia y resultados en el rubro”. Sin embargo, el recién nombrado secretario de Educación Pública ha sido acusado de otras cosas ilegales, por ejemplo, recientemente, en febrero de 2024, la periodista Lourdes Mendoza señaló que a Mario Delgado lo investigan en Estados Unidos por el tema de los huachicoleros. También se le acusa de lavado de dinero y desvío de recursos de Morena.

De todos modos, el SNTE y la CNTE, sindicatos que agrupan a los profesores, le dieron la bienvenida con el besamanos correspondiente y mostrando su abyección con sonrisas y felicitaciones.

Los dirigentes de estos sindicatos tienen un pésimo prestigio; los del SNTE se han enriquecido súbitamente con las cuotas sindicales de los trabajadores y con los pagos que les hacen los políticos para que sus agremiados voten por los candidatos que les diga el gobierno en turno; y los de la CNTE se la pasan protestando, dañando la economía y a los ciudadanos con sus plantones, agresiones e intimidaciones, con el pretexto de llevar beneficios a sus afiliados.

Hace tiempo le pregunté a alguien que negociaba estas protestas en el sur de la república, no quiso decirme cuánto dinero le daban a los dirigentes que protestaban, pero externó: “La paz social cuesta mucho, por eso estas negociaciones son caras”. Mientras tanto, los profesores de ambos bandos, son sumisos e incapaces de disentir y de cuidar su imagen, y en su pecado llevan la penitencia.

Desde hace décadas, cuando abracé el oficio periodístico, logré una cercanía con las dirigencias de la Sección 38 del SNTE, que en ese entonces era  la principal sección magisterial en Coahuila. Así conocí a los Loera Salazar, Eliseo y Ascencio; a Roberto Vega Mandujano, a Humberto Dávila Esquivel de la sección 5, y a Alfonso Cepeda Salas, por nombrar a los más destacados.

Y desde hace tiempo, los dirigentes magisteriales se hacen millonarios en sus puestos sindicales, en ese tema aún recuerdo a los Sánchez Villaseñor, a Elba Esther Gordillo, a Carlos Moreira y a sus hermanos gobernadores.

Con el nombramiento de Mario Delgado, los profesores volvieron a quedarse mudos, sordos y paralíticos, pero no es extraño, tampoco han dicho algo por el enriquecimiento inexplicable de Alfonso Cepeda “El Gato”, quien ha hecho una millonaria empresa-clínica de la salud privada en Saltillo.

A los padres de familia les preocupan los 6 millones de niños que abandonaron la escuela, a otros también les preocupan los bajos niveles educativos, y el deterioro que sufrió la educación en los años del Covid 19, que hasta la fecha nada se ha hecho por remontar esa desgracia que afectará a toda una generación de mexicanos, principalmente a los más pobres, cuya única salida de su pobreza es la educación.

Nunca se ha dudado que al gobierno obradorista tampoco le interesa la educación, por eso el nuevo secretario de la SEP, no solo no tiene “poca experiencia y resultados”, tampoco tiene autoridad moral ni buen prestigio, por su deshonestidad. ¡Pobre educación mexicana!

Política aldeana

Al parecer, los liderzuelos del PRI decidieron continuar administrando la franquicia de su partido, y se disponen a reformar los estatutos partidistas, para que Alejandro Moreno “Alito” se pase otros 8 años lucrando con su cargo directivo. Pero más de 250 connotados priistas, algunos ex gobernadores, están en desacuerdo con la reelección de Alito como presidente del CEN del PRI, entre ellos el ex gobernador de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez, que es un ex mandatario con un grupo fuerte en nuestro estado, y cuenta con un buen prestigio en la comunidad; es decir, la opinión de Enrique es digna de considerarse. Veremos qué sucede. Nada está escrito, pero si se equivocan, pronto estarán enterrando al PRI. Aunque hace días le decía a un viejo priista: si a AMLO le conviene, Alito se va a reelegir.

Preguntas huérfanas

¿Qué tan cierto es, que Tereso Medina y los dirigentes charros de la CTM están cercanos a cambiar de chaqueta, para irse a Morena?

¿Será verdad que el ex gobernador Humberto Moreira es considerado por Morena como uno de los suyos, por eso ni por equivocación mencionan la mega deuda?

¿Será cierto que Gerardo Fernández Noroña ya comenzó a construir su camino presidencial para el 2030?