AMLO reza a Malverde para que el Mayo y el Chapo no suelten la lengua en EU

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Carlos Padilla Muñoz.

EL PRESIDENTE Andrés Manuel López Obrador perdió el sueño desde que detuvieron al narcotraficante más importante que andaba libre del Cártel de Sinaloa, el famoso Ismael “Mayo” Zambada. AMLO le reza desde entonces a todos los santos, vírgenes y hasta a Martín Malverde, el protector de los narcos, para que El Chapo Guzmán y El Mayo no suelten la lengua de más en Estados Unidos, y quede al descubierto que recibió miles de millones de dólares para llegar a la Presidencia de la República.

Ya ni siquiera el gabinete de su pupila Claudia Sheinbaum acapara su atención, bueno ni el futuro de su gran amigo en la política, Nicolás Maduro a quien quiere proteger trayéndolo a México, en caso de que el tirano venezolano caiga ante la presión de la OEA, Estados Unidos y algunos mandatarios del mundo. Nada le perturba el sueño tanto.

Implica el mayo a gobernador de Sinaloa

AUNQUE el Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, niega tener vínculos con el Mayo Zambada, éste aseguró que a la reunión a la que acudió y donde fue secuestrado se encontraría con el Gobernador de Sinaloa, con el ex Rector Héctor Melesio Cuén Ojeda y con los hijos del Chapo Guzmán, Joaquín e Iván Archivaldo.

El encuentro, aseguró en un escrito que fue difundido por su abogado, era para resolver quien quedaría al frente de la Universidad Autónoma de Sinaloa, lo que significa la influencia que tenía el Mayo Zambada en la vida política de ese Estado.

En sus declaraciones, El Mayo aseguró que contaba con protección estatal y federal que le costaba más de 50 mil dólares mensuales, sin contar las ayudas que les daba a funcionarios federales. Es el caso que un jefe de la Policía Judicial Federal era el jefe de escoltas del Mayo, quien aparte contaba con credenciales oficiales que lo acreditaban como agente federal y que por su bajo perfil nunca fue descubierto.

Es pocas palabras Ismael Zambada, originario del Álamo, Sinaloa y nacido en 1948, era protegido del gobierno federal y estatal, lo que habla de la relación que ha mantenido el Gobierno de López Obrador con grandes capos del narcotráfico.

Ni siquiera con té de tila o de siete azahares puede conciliar el sueño ante la posibilidad que El Mayo Zambada pueda involucrarlo más en sus declaraciones ante los tribunales de Estados Unidos, donde está siendo juzgado por varios delitos graves como tráfico de drogas, delincuencia organizada, homicidios y graves daños en propiedad privada e instalaciones del gobierno federal.

Hay que recordar también que el presidente de la República, que está a unos cuantos días de entregar el poder, ha mantenido una estrecha relación con la familia del capo detenido en Estados Unidos, Joaquín El Chapo Guzmán Loera, incluso algunos periodistas aseguran que recibió grandes cantidades de dólares durante las tres campañas presidenciales para alcanzar la Presidencia, y en pago se entregaría las plazas principales del país para producir y vender drogas.

La periodista Anabel Hernández destaca en su último libro como el Cártel de Sinaloa a través de uno de los Beltrán Leyva, Sergio Villarreal -El Grande- y gente ligada al -Chapo- Guzmán y al -Mayo- Zambada entregaron miles de dólares para las campañas del ahora Presidente, lo que es investigado actualmente por el FBI y la CIA de Estados Unidos.

La periodista cita en una de sus páginas, cómo López Obrador recibió personalmente en la ciudad de Gómez Palacio, Durango, maletas con miles de dólares en El Motel Campestre, situado en el bulevar Miguel Alemán. Se habla de tres millones de dólares

Uno de los guarros de un político lagunero relacionado con el narcotráfico, asegura que él ayudó para subir las maletas con dinero a una camioneta donde llegó López Obrador para entrevistarse con los capos.

Desde hace años algunos periodistas hablan de la relación que inició y mantiene López Obrador con gente del narcotráfico. Algunos en forma anónima han asegurado que el presidente acudió en varias ocasiones a la casa familiar del Chapo Guzmán en La Tuna, Badiraguato una población de Sinaloa.

La orden de que se dejara libre a Ovidio Guzmán, hijo del Capo, cuando fue capturado en Sinaloa, despertó muchas sospechas, nunca fue creíble que el presidente haya dado esa orden para proteger a la ciudadanía de un baño de sangre.

La política de Abrazo y no balazos, es infantil que con ella se pueda combatir al narco y crimen organizado. Durante el sexenio de López Obrador casi lleva 200 mil muertos, mientras que, durante el régimen de Felipe Calderón, donde hubo muchas balaceras por el enfrentamiento de los narcos contra el Ejército y la Marina hubo muchos menos. En ese sexenio que ha sido satanizado por el propio presidente en las Mañaneras, hubo 123 mil muertos, la mayoría gente pertenecientes a los cárteles del narco, ahora la mayoría de los muertos han sido civiles que han sido masacrados por los sicarios.

Durante la administración de Enrique Peña Nieto los muertos no llegaron a los cien mil, también el Ejército y la Marina se enfrentaron a los narcos, ahora solo el 20 por ciento de los muertos pertenecían al crimen organizado, muchos de ellos gente inocente que fue levantada y asesinados para pedir rescate.

En resumen, Andrés Manuel López Obrador podría estar involucrado gravemente con grupos delincuenciales de alto rango, y podría ser delatado ahora por -El Mayo- Zambada y posiblemente hasta por -El Chapo- Guzmán. Estados Unidos a través del FBI, la CIA y el Gabinete de Seguridad investigan al presidente, a quien podrían detener y enjuiciar dejando el cargo y perder el fuero. Con López Obrador creció en México el narcotráfico y producción de drogas, sobre todo el fentanilo, en un gran porcentaje.

Junto con López Obrador se está investigando a otros funcionarios del actual gabinete y algunos gobernadores y legisladores, quienes pretenden echar abajo el Poder Judicial para hacer de este una dócil oficina al servicio del gobierno.

Así que las veladoras en Palacio Nacional siguen humeando, brujos y curanderas han desfilando, para hacer limpias de protección al presidente ante las malas voluntades. Él té de Tila y siete azahares se sigue comprando por cantidades industriales en el Mercado de Sonora en la Ciudad de México.

Por otra parte, la lista de invitados a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, donde se incluye al presidente Vladimir Putin de Rusia, a Nicolas Maduro, dictador de Venezuela y a Miguel Diaz Canel, presidente de Cuba, tres mandatarios incómodos para el pueblo mexicano, también quita en parte el sueño del controversial mandatario mexicano.

Hasta la próxima.