Rufino Rodríguez Garza.
Estoy en los alrededores de la Presa San Antonio, desde aquí podemos afirmar que este lugar está rodeado de sitios con abundantes muestras del más antiguo de las artes: El Arte Rupestre.
El pequeño recorrido comenzando desde la carretera 57 fue fructífero, pues se han localizado motivos grabados que los cazadores-recolectores nos dejaron como difíciles e intraducibles y mismos que son de los más antiguos pobladores de la región.
Caminé por el pie del monte y en enormes rocas se observan no pocos grabados. Esta sierra tiene 7 kilómetros de largo y en todo el recorrido puede uno admirar sus representaciones grabadas y algunas pinturas. Este recorrido va desde la carretera, pasa por la presa y llega al papalote, ya en tierras del ejido Las Norias.
Se que todo el frente que ve hacia el norte tiene motivos, grabados y pintados, pues ya la he recorrido en otras ocasiones; pero la parte superior tiene también algunas representaciones, aunque menos, pero que vale la pena documentar.
También le daré otro recorrido por la cresta pues allí se dejaron motivos grabados.
Esta sierra es parte de una zona arqueológica conformada por sitios como: Los Puentes Cuates, Cañón de Lucas, Cañón del Cuervo, El Papalote, etc. Hay más sitios en este rumbo que bien vale la pena que se documenten y se estudien.
En la parte sur de la mencionada elevación, paralela a este promontorio hay unas rocas que contienen gran variedad de fósiles y también algunas de ellas contienen grabados históricos.
Este rumbo actualmente tiene solo una vocación y es de a ganadería; la falta del agua no alcanza para el riego, pero la poca agua ayuda a la ganadería.
Andando en esos rumbos encontré un sitio con una enorme cruz católica con pedestal de tres escalones, adornada con dos candelabros, uno de cada lado; los escalones del pedestal con un adorno en forma de gancho en los mencionados escalones inferiores; mide 66 cms de altura y la base del pedestal es de 4 cms.
La cruz tiene círculos en los extremos, de la parte horizontal cuelgan dos adornos hacia abajo. No sé el significado de estos símbolos religiosos; puede ser de hechura tardía; a un lado de la cruz hay un tablero con algunas iniciales y con unos 12 fierros de herrar.
Recordemos que en estos lugares han existido hatos ganaderos y por la seguridad del ganado y de los pasajeros que transitaban en vehículos por la carretera 57, los propietarios de estos terrenos los han cercado, eso hace que no se pueda acceder a estos lotes, además que son propiedades privadas y apenas hace unos años colocaron las mencionadas cercas y cuando les ponen candados pues no hay forma de acceder.
Este sitio cuenta con otras entradas, pero donde empecé a explorar me topé con dos rejas que afortunadamente no tenían candado, los dueños no viven en sus propiedades, habitan en las ciudades cercanas que pueden ser Saltillo, Ramos o Monclova.
Sabemos que si la reja o el “falsete” está cerrado pues así hay que dejarlo; cuando se sabe o se conoce a los dueños se les pide el respectivo permiso.
Ahora empecé por el pie de monte y pocos motivos aparecieron al principio, estos fueron aumentado conforme avanzaba hacia el norte. Abstractos, algunos antropomorfos, proyectiles, navajas enmangadas, después aparecieron huellas y astas, cuentas a base de puntos y geométricos.
La expedición continua, el rastro no termina y la vista indica que hay más, pero hoy lo dejamos aquí y continuamos el relato de la visita en la próxima edición.