Luis Fernando Hernández González.
Ante las necesidades sociales, económicas, políticas y circunstanciales que se presentan en el país, los ciudadanos nos preguntamos ¿quién proyecta, planea, construye y genera las respuestas de solución que demanda la sociedad mexicana de este tiempo?
Lo sucedido al interior del senado y el comportamiento de quienes lo integran nos da una clara muestra de la profundidad en la que se cimenta la política de nuestro país, que no es otro que la confrontación y carencia de acuerdos para llevar a la nación a puntos de unión y definición superior de objetivos que generen certeza, claridad y certidumbre para una sociedad que busca a toda costa la modernidad ante los tiempos mundiales que le acechan.
Los bloques legislativos de 85 y 43 senadores que de antemano se esperaban para la participación tanto de aprobación como de rechazo de este dictamen en el senado, estaba constituido por la bancada oficialista y por una oposición del PAN, el PRI y MC que bajo criterios de opinión y comportamiento mostraba una actitud solida en su definición de rechazo ante tal envestida con su mal traída y manoseada reforma al Poder Judicial.
Para bien de nuestro estado cabe destacar que la actitud congruente y gallarda de Miguel Ángel Riquelme Solís y de Gabriel Elizondo Pérez, quienes se manifestaron con toda anticipación al acudir al llamado y concentración disciplinaria a la ciudad de México y de esta forma ser solidarios con su bancada partidaria y definir su voto de rechazo ante esta reforma lesiva para la impartición de la justicia en la integración de sus cuerpos legales, fue en ellos una clara muestra de su sentido de responsabilidad que dignifica a nuestra tierra coahuilense.
Expresiones razonadas de expertos, manifestaciones ciudadanas estudiantiles y resentimiento económico en los mercados internos y exteriores en nada perturbaron el comportamiento, para que bajo el esquirolaje de legisladores de Veracruz y de Campeche se obtuviera una cifra superior del oficialismo y de esta manera aprobar por 87 a 41 a reforma al Poder Judicial de la Federación.
Así, el día martes nos señala la crónica parlamentaria de comunicadores en esa sede, se vivieron momentos críticos que parecían haber sido anunciados desde la semana anterior cuando los dos senadores del PRD decidieron pasarse a la bancada de Morena, con lo cual, a la mayoría oficialista le faltaba un voto para lograr la aprobación de la reforma constitucional al Poder Judicial de la Federación.
Agreguemos que desde días antes la traición rondaba el senado, cuando un senador Manuel Velazco Coello por Tabasco expresara que se obtendría el cuórum legal de aprobación. Cuando para sorpresa de muchos, ese último voto para lograr la mayoría calificada que requería la aprobación de la reforma del presidente, conocida como “Plan C” salió de las filas del PAN, gracias al senador Miguel Ángel Yunes, quien primero pidió licencia para que su suplente (su padre) tomara protesta y emitiera su voto. Sin embargo, tras la irrupción de las y los manifestantes al Pleno de la Cámara de Senadores, el propio senador, quien había alegado motivos de salud, solicitó su reincorporación a su escaño para votarla a favor cuando se reanudara la sesión en la sede alterna del Senado.
La suspicacia política en MC y su dirigente Dante Delgado Rannauro, mostraron una vez más los usos y costumbres de su comportamientode mezquindad y lucro en la política, al ser parte de una falsa trama justificar la ausenciadel senador de MC, Daniel Barreda, quien presuntamente se encontraba en Campeche declarando por la detención de su padre, ocurrida esa madrugada por elementos de seguridad pública, fue verdaderamente sospechosa y desafortunada.
Ante esta situación legislativa de quienes protestaron su juramento respetar y hacer valer la Constitución, al tomar ellos esta decisión, que es contraria al mandato otorgado mediante el voto popular pasarán a ser lo más execrable de la vida política del país, al votar en un sentido distinto al de los partidos por cuyas siglas tomaron protesta, estos senadores permitieron que se aprobara una reforma extremadamente regresiva en el acceso a la justicia. Adicionalmente, demostraron qué es lo que le puede esperar al país durante los próximos 3 años, si la coalición en el poder logra mantener una mayoría calificada en ambas Cámaras.
Desgraciadamente, estos flamantes personajes incorporados al oficialismo decidieron, por razones válidas o no, anteponerse a los intereses de sus votantes y demostrar que su voluntad se encuentra con el poder sin contrapesos, muy a pesar de los principios que probablemente los impulsaron a ingresar en la vida política.
Estos personajes resultan ser los responsables de un paso hacia la subordinación del poder judicial al ejecutivo, echando a la basura el sistema que garantizó el respeto para propios y extraños cuando la voluntad del poder deseaba pasar por encima de las personas.
Hace tan solo un par de días el expresidente Ernesto Zedillo, frente a un cuerpo de abogados advirtió que “queda claro” que el presidente será inmensamente poderoso para combatir cualquier disidencia, “todos los principios esenciales del Estado de derecho podrán ser pisoteados”. Ahora ya sabemos por qué se postulan como la Cuarta Transformación. En realidad, no hablan de la independencia, la reforma y la revolución. Se refieren a las felonías que transformaron esos episodios extraordinarios y promisorios de nuestra historia en tragedia para la nación.
Por último, atrás quedó el estado de derecho en México, pese a que un Tribunal Colegiado ordenó suspender la publicación de la reforma judicial en el Diario Oficial de la Federación (DOF), este domingo, en edición vespertina, apareció el decreto firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, con lo que esta controversial enmienda entrará en vigor en el primer minuto de este (lunes 16) martes 17 de septiembre.