La administración de Claudia Sheinbaum dispondrá de 45% menos recursos que los que López Obrador recibió al inicio de su gobierno. El gasto se dio sin transparencia y sin mecanismos claros de reposición de fondos
Ciudad de México, 17/09/24 (Más / IA).- El presidente Andrés Manuel López Obrador ha gastado hasta 84 por ciento de los recursos de los principales fideicomisos del país para mantener la estabilidad financiera, sin transparentar el destino de estos fondos.
Esta situación dejará a su sucesora, Claudia Sheinbaum, con 45 por ciento menos recursos en comparación con los que él recibió del gobierno de Enrique Peña Nieto, según datos oficiales y análisis de la organización México Evalúa.
Uno de los fondos más afectados es el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), que pasó de contar con 316 mil millones de pesos en 2018 a solo 49 mil millones de pesos en 2024, una reducción del 84 por ciento. Este fondo, diseñado para proteger el presupuesto ante caídas en los ingresos del gobierno, ha sido utilizado sin una estrategia clara de reposición, dejando las finanzas públicas en una posición vulnerable.
En los dos primeros años de su mandato, López Obrador utilizó 302 mil millones de pesos del FEIP, situándolo en mínimos históricos sin rendir cuentas claras sobre su uso.
Impacto en los principales fideicomisos
Además del FEIP, otros 10 fideicomisos clave también verán reducidos sus recursos de forma significativa. Estos fondos contaban con 822 mil millones de pesos en 2018, pero para 2024 solo quedarán 447 mil millones, lo que representa una disminución del 45 por ciento.
Entre los fideicomisos afectados destaca el Fondo de Salud para el Bienestar, que tenía 114 mil millones de pesos al inicio del sexenio de López Obrador y que ahora solo cuenta con 34 mil millones. Este fondo estaba destinado a financiar atención hospitalaria y medicamentos gratuitos para la población sin seguridad social, pero su gasto no ha sido completamente transparente, especialmente tras la extinción del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) el 1 de junio pasado.
Otros fideicomisos relevantes que han visto mermados sus recursos incluyen el Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar, que cuenta con 37 mil millones de pesos, y el Fondo Nacional de Infraestructura, que ahora tiene 32 mil millones.
Estas reducciones han generado preocupaciones sobre el futuro de programas esenciales y la capacidad del próximo gobierno para enfrentar contingencias financieras sin recurrir a recortes o endeudamiento.
Falta de transparencia
El manejo de estos fondos ha sido criticado por su opacidad. En particular, los recursos del Fondo de Salud y otros fideicomisos no pueden ser auditados completamente, ya que el gobierno ha argumentado que, tras la desaparición de algunos de estos organismos, ya no tiene la obligación de proporcionar la información solicitada bajo la Ley de Transparencia.
La falta de una estrategia clara para reponer los recursos utilizados y la negativa a proporcionar detalles sobre el destino de estos fondos ha generado preocupación entre analistas y organizaciones de la sociedad civil, quienes alertan sobre los riesgos que implica dejar a la administración de Claudia Sheinbaum con menos recursos de reserva en comparación con lo que recibió López Obrador al inicio de su mandato.
