El verdadero informe de Manolo Jiménez

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  • Crónica del resurgimiento de una vieja y ahora poderosa camada priista que se creía perdida en Coahuila.

David Guillén Patiño.

A través de su informe del sábado 1° de diciembre, Manolo Jiménez no solo habría ofrecido los resultados de su administración por lo que toca a su primer año de gestiones.

También vislumbró un futuro político que, a la postre, podría resultar mucho más promisorio, al menos para una singular clase política que casi se había extinguido.

Los signos son cada vez más claros. La sorprendente reaparición de su antecesor Humberto Moreira a donde el gobernador leyó su resumen 2024, ilustra en gran medida la recomposición del priismo en la entidad.

La explicación del exmandatario endeudador debe leerse entre líneas: “No me invitaban, por eso no venía; ahora me invitó Manolo, y aquí estoy, con todo gusto”.

“Ahora los que no vinieron -agregó- fueron los que no me invitaron, o los invitaron, pero no quisieron venir”.

Viene a colación la célebre sentencia de Jesús: “El que tenga oíos para oír, oiga”.

Entreguismo del poder legislativo

Otro hecho inesperado que tuvo lugar en el Palacio del Congreso, y que puede considerarse como otro signo de los nuevos tiempos del PRI en el estado, fue que toda la LXIII Legislatura se volcó en elogios hacia el gobernador Manolo Jiménez.

Lo que tiempo atrás eran serios cuestionamientos al mandatario en turno, y omitiendo respetar la distancia entre los poderes del Estado, se volvieron tímidas solicitudes y sugerencias “para un mejor gobierno”.

El posicionamiento de los legisladores abriría con las siguientes declaraciones del diputado del PT, Antonio Flores: “Quiero mandar un saludo al señor gobernador, con respeto, y reconociendo su disposición para rendir su primer informe…”.

De plano, se negó a hacer señalamientos, pues “podría yo -dijo- enumerar problemáticas sociales, económicas, laborales y de seguridad de su gobierno, pero sería convertir esta comparecencia en un muro de lamentaciones”.

Lo que debía ser una “sesión solemne” terminó por convertirse en una cena de negros, dada la falta de control del presidente de la mesa directiva, Alfredo Paredes, quien tuvo que llamar a que más de siete diputados volvieran a ocupar sus curules.

Esta reconvención tuvo lugar cuando la coordinadora del grupo parlamentario de Morena, diputada Magaly Hernández Aguirre, era abucheada mientras presentaba su posicionamiento, que en gran parte consistió en un atento pliego petitorio.

La mesa está servida

Se ha especulado que los astros se alinean y parecen conspirar a favor del proyecto de Jiménez Salinas.

Por lo visto, su gobierno de coalición no solo habla de un sometimiento del PAN y de los otros partidos que, junto al PRI, pelearon en alianza en los pasados comicios.

Uno de los indicios de fortaleza del tricolor es que la bancada de Morena en el Congreso del Estado olvidó que es oposición y se convirtió en un lindo corderito.

Desde Óscar Flores Tapia, precursor de la política moderna en Coahuila, no se había ejercido un control tan férreo y notorio sobre las diferentes fuerzas políticas.

Fue en su sexenio cuando surgieron dos corrientes antagónicas: una encabezada por Luis Horacio Salinas Aguilera (+) y, la otra, por Armando Guadiana Tijerina (+).

Hoy, esos grupos están representados por Manolo Jiménez, nieto del primero, y Cecilia Guadiana, hija del segundo.

Al lograr Miguel Ángel Riquelme, último eslabón del Moreirato, que Manolo Jiménez se hiciese de la gubernatura, el grupo del otrora rector de la UAAAN y exalcalde de Saltillo se hace fuerte, por primera vez en casi medio siglo.

Su consolidación ha sido tal que ya se baraja el nombre de Jiménez Salinas como el próximo “gallo” del PRI a la Presidencia de la República… así, de ese tamaño.

Las pugnas son ahora entre Riquelme Solís, incondicional de su antecesor Rubén Moreira, y Humberto, su hermano, el fallido ex presidente nacional el PRI, quien se apersonó en el primer informe del actual gobernador… Las posiciones se afirman.

Riquelme pierde la senaduría ante la hija de Armando Guadiana, quien en aquellos tiempos habría hecho mancuerna con Armando Castilla (+). Así, surge el antagonismo entre Manolo Jiménez y Cecilia Guadiana.

Otra vez Humberto Moreira

Ahora salta a la palestra Humberto Moreira, quien por cierto intentó hasta con los dientes que Manolo fuese candidato a ocupar la silla grande.

Riquelme, al perder la senaduría, pero quedándose con ella por la vía de la representación proporcional, descalifica como candidato para dirigir al CEN del PRI.

En su reciente visita a Coahuila, donde encabezó una asamblea informativa, la dirigente de Morena, Luisa María Alcalde, recriminó que su partido tolere que el estado siga siendo el último bastión el PRI en el país.

Pero también hay quienes piensan que los aplastantes triunfos electorales del Revolucionario Institucional significan que el partido “algo está haciendo bien” en la entidad.

La clave de ello estaría precisamente en la figura de Humberto Moreira Valdés, desde cuyo sexenio se han estado viendo rotundos avances político-electorales.

El mismo exgobernador ha confesado lo que ahora es un secreto a voces: por una parte, la cercanía con la gente y, por otro, un eficiente trabajo de inteligencia.

También han funcionado un férreo control de las diferentes fuerzas políticas y la entrega selectiva de beneficios a través de obras y, sobre todo, programas sociales.

No por nada, a Manolo Jiménez y a su equipo se les ha visto muy condescendientes con Claudia Sheinbaum. Veremos en que termina esta luna de miel.