Fernando Rangel de León.
Las mujeres que han sido presidentas de sus países o primeras ministras han dado muestras de su capacidad y de su preparación para gobernar y administrar adecuadamente una nación. Ejemplos los tenemos en Inglaterra, con Margaret Thatcher, en Alemania, con Angela Merkel y en Brasil, con Dilma Rousseff, entre otras; sin olvidar a Indira Gandhi, la primera ministra de la India, de los años 60’s a 80’s.
El presidente de Colombia Gustavo Petro, en su reciente reunión en Ciudad de México, con la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, platicaron sobre la posibilidad de promocionar mujeres para que ocupen las secretarias generales de organismos internacionales como podrían ser la Organización de Estados Americanos OEA, y la Organización de las Naciones Unidas ONU.
Una mujer tiene una visión completa de las necesidades del ser humano de todos los países del mundo sin fronteras, con independencia de nacionalidades, razas, ideologías, religiones; en todos los órdenes de la vida desde el nacimiento hasta la muerte.
Una mujer es más sensible al dolor humano al que por instinto rechaza por todos los medios.
Una mujer por su propia naturaleza es pacífica.
También por su propia naturaleza la mujer busca la salud.
Una mujer también por naturaleza es tranquila y busca por todos los medios la equidad, la justicia, la armonía y la conciliación y unidad de todos los seres humanos sin distingo alguno.
Por lo que las mujeres de todo el mundo que se sientan aptas y con vocación de servicio público internacional, tienen todo el derecho para que a partir de ya o a más tardar a principios del 2025, vayan viendo la conveniencia de promocionarse para que los presten en los organismos internacionales.