Amaranta Madrigal.
Nuestros cuerpos desnudos adornados de idilios
arropados de arpegios entre sueños de lirios
descubriendo la vida, en aguas de destino.
Somos almas desnudas abrigando en un beso
la lealtad infinita, sin papel y sin tinta.
¿Es preciso signar con testigos y jueces
que se pasan las horas fusionados en uno
las almas y los cuerpos de nosotros desnudos?
Los cielos y los soles, nebulosas y nubes
¿Van vestidos con lienzos o desnudos transitan?
Nuestras almas y cuerpos arropados de dicha
envueltos con galaxias, desnudos entre esferas
arrobados en Rieu por melodioso manto
ondean entre violines la cobija de estrellas
En el burdel del cosmos de copulantes yoes
¿Se entregarán las almas desnudas o vestidas?
¿Y firmarán por eso?
¿Le importa nuestro eterno ilapso al Universo?
No hay rúbrica o diatriba que apruebe o que prohíba
o soflama evitando desnudarnos la esencia
