Abigail A. Correa Cisneros.
Pese a que las Naciones Unidas vigilan que se respeten los derechos humanos de los migrantes, aquellos que están en Estados Unidos son perseguidos como delincuentes y repatriados con manos y pies encadenados. Hay una cacería racista contra morenos justificada con la permanencia ilegal, pero en algunos casos los detenidos demostraron su nacionalidad o permiso para trabajar. Apenas una semana en el cargo y el presidente Donald Trump ordenó que se detenga a los migrantes incluso en escuelas, hospitales e iglesias, lugares considerados “protegidos”. En México se recibieron a la fecha poco más de 4 mil personas, y los especialistas estiman que serán millones más de diferentes nacionalidades a lo largo de la administración de Trump.
Según el New York Times, migrantes con permisos temporales también están en la mira del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU.) y representan el 60 por ciento de las deportaciones que pretende hacer el presidente norteamericano. El Anuario de Migración y Remesas México 2024, elaborado por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), BBVA Research y la Fundación BBVA México detalla que para 2023 había 12.0 millones de población de primera generación (nacidos en México), 14.3 millones de segunda generación (nacieron en EE. UU. con madre o padre nacida(o) en México) y 13.6 millones de tercera generación (se identifican como mexicanas).
En cuanto a las remesas, en 2023 México pasó del 5.4 por ciento a 7.8 por ciento del total de las remesas mundiales, ubicándolo como el segundo país con mayor recepción ese periodo. Mucho se habla de que los migrantes también son sostén de la economía estadunidense. Apenas, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que “Los mexicanos allá sostienen la economía de los Estados Unidos, en el campo y en los servicios, en todos lados. Estados Unidos no sería lo que es si no fuera por un pueblo trabajador que se va para allá”. Ya hemos visto que varios sectores aprovechan la mano de obra de los migrantes, muchas veces ocupando puestos de trabajo que son difíciles de llenar, especialmente en sectores como la agricultura, la construcción, la atención médica y la tecnología.
Además de beneficiar en estos sectores también aportan a la economía al consumir bienes y servicios, también contribuyen a los ingresos fiscales a través de los impuestos que pagan, mismos que ayudan a financiar servicios públicos esenciales, como educación, infraestructura y atención médica, que benefician a toda la comunidad.
Sin embargo, todo esto le parece insignificante al presidente Donald Trump. México, Colombia, Brasil, Guatemala y Ecuador, están recibiendo a sus connacionales, luego de que demandaran un trato digno y no llegaran encadenados a sus países. Esto apenas empieza, recordemos que en su administración pasada, según datos del INM durante el primer mandato de Donald Trump se registraron 766 mil repatriaciones a México, cifra menor a las 2.8 millones ocurridas durante la administración de Barack Obama o las 7.4 millones reportadas durante el mandato del expresidente Bill Clinton.
Desde el Centro
Ante el aumento de aranceles, el titular de la Secretaría de Economía, Marcelo Ebrard, aseguró que México está preparado, “Lo hemos estudiado muchísimo. Lo hemos preparado muchísimo y lo hemos pensado muchísimo. Sorpresas no va a haber ni tampoco reacciones intempestivas. Habrá un plan”, señaló ante medios de comunicación en la 85 Asamblea General Anual de la American Society (Amsoc). La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt reiteró que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantiene el plan de imponer aranceles a Canadá y México el 1 de febrero.
