Fernando Rangel de León.
Lo que más justifica el descuento del salario de los trabajadores es el pago de pensiones alimenticias, que son tan sagradas como el mismo sueldo; después de allí la ley solo permite el descuento del salario en los casos de pago de deudas a los patrones, sin que sea mayor del 30% del excedente del salario mínimo; aclarando que éste por mandato constitucional está “exceptuado de embargo, compensación o descuento”; y cuyas deudas en ningún caso causarán intereses.
Las cuotas sindicales también pueden ser descontadas del salario de los trabajadores, mientras no manifiesten por escrito al patrón, que ya no se le descuente; siendo esto último una conquista de la libertad sindical en la última Ley Federal del Trabajo de 2019.
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Como los sueldos han aumentado a raíz del incremento nunca visto en los últimos 40 años al salario mínimo, los patrones han visto que los sueldos pueden ser garantías de crédito a los trabajadores, y por eso se han presentado iniciativas de ley para crear la figura de cobranza delegada para que las instituciones financieras cobren deudas directamente a través del sueldo de los trabajadores.
Eso incluiría descuentos en nómina, aguinaldos y utilidades; advirtiendo la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros CONDUSEF, que esta medida podría convertirse en un esquema de cobro abusivo, limitando la libertad de los trabajadores para cambiar de institución financiera o refinanciar sus deudas en mejores condiciones.
Esa iniciativa que en su momento generó polémica, fue rechazada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, y ahora se espera que haga lo mismo la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo; en defensa del salario que es el único patrimonio de los trabajadores.