Jesús M. Moreno Mejía.
“Con el viento se
agita el mar; con los
rumores el pueblo”.
Fedor Rostopchin.
La “rumorología” ocasiona siempre una marcada marea política en torno a un determinado tema, pues surgen versiones de lo más diverso, dando lugar a diferentes interpretaciones, tal como ha sucedido con la carta enviada y firmada por Ismael “El Mayo Zambada”, a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, desde la prisión estadounidense en la que se encuentra recluido, ante la posibilidad de que éste pudiera llegar a ser sentenciado a la pena de muerte por los delitos que se le imputan.
El “Capo de Capos” solicitó a la jefa del Ejecutivo Federal, con visos de exigencia, ser extraditado a México para ser salvado del cadalso, y para ello expone en una extensa misiva haber sido secuestrado, a fin de ser entregado a las autoridades del vecino país del norte, donde era buscado por la justicia norteamericana, pero sin cumplir los procedimientos legales establecidos a nivel internacional.
La detención de El Mayo Zambada ocurrió el 25 de julio del año pasado, cuando aún eran presidentes Manuel López Obrador y Joseph de México y Estados Unidos de América, respectivamente, y todo parece indicar que la captura fue producto de un plan creado por el Chapo Guzmán desde la prisión en donde cumple una larga sentencia, y para ello su hijo, Joaquín Guzmán López, llevó a cabo la acción propuesta por su padre.
Las autoridades de nuestro país dijeron no saber de dicho secuestro, sino una vez consumado, por lo cual solicitaron a las autoridades de EUA se les informara los detalles de la detención de Zambada, por haberse violado las reglas diplomáticas y judiciales fronterizas, a la vez que se intentaba proteger al gobernador, Rubén Rocha Moya, pues seguramente estaba enterado del secuestro del Mayo.
El caso estuvo envuelto en un mayor misterio, pues a la par ocurrió la muerte violenta del ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Cuén, pues aparentemente ocurrió en los momentos de ocurrir el supuesto secuestro.
El caso es que a siete meses de lo anteriormente recapitulado en esta colaboración, los abogados del Mayo Zambada, manejan todo un tratado del secuestro de su cliente, comparándolo con el caso del doctor Humberto Álvarez Machain, secuestrado hace años por elementos de la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), acusado de haber participado en la tortura y asesinato del agente, Enrique Camarena Salazar, en febrero de 1985, para ser liberado en 1992, al ser considerado inocente por los tribunales estadounidenses.
Dicho secuestro fue conocido como el caso de “El árbol envenenado” (por la forma como ocurrió), asignación que ahora así la manejan los abogados del Mayo Zambada, dada la similitud de su secuestro.
En la carta del Mayo se afirma que en caso de no actuar el gobierno de México a su favor, seguramente será condenado a muerte, sentando ello un “precedente peligroso” para cualquier mexicano secuestrado en nuestro país y sentenciado en EUA.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, descartó desde un principio que su gobierno defienda a el Mayo Zambada, pero señaló se evidencia una irregularidad en la captura del Capo, por lo que será la Fiscalía General de la República, quien se encargue de revisar el caso.
La jefa del Ejecutivo Federal, también expresó: “Hay un tema en la carta que tiene que ver con la soberanía de México”, agregando que “Nadie está defendiendo al personaje, sino al hecho”, pues la carta del Mayo surgió en la misma semana en la que el gobierno de Donald Trump, declaró a seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, entre ellos el Cartel de Sinaloa, y la guerra contra las drogas de EUA, especialmente el Fentanilo, está en el centro de las amenazas de imponer aranceles de 25 % a los productos mexicanos.
El asunto es escabroso para el gobierno de nuestro país, por no ceder a “entregar” al gobernador de Sinaloa (obligándolo a que renuncie y confiese lo que sabe en torno al supuesto secuestro del Mayo y el asesinato de Cuén), amén de no cesar la ola de violencia en ese estado, con todo y las acciones del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, en Culiacán y otros sitios.
Definitivamente, es un problema empantanado para las autoridades de nuestro país, por la violencia del crimen organizado en esa entidad y en otros estados del país, sin que se vea una pronta solución.
¡Hasta la próxima!
