José Luis Rodríguez Flores.
Mitos y leyendas rondan lo que fuera en el siglo XIX una de las regiones trigueras más productivas de México, donde existió grandeza y enormes extensiones de sembradíos de trigo. Había en la región de Arteaga grano, que según la historia era considerado de los más nutritivos y valiosos del país, que por la cercanía a la Villa de Santiago, que así se le conocía a Saltillo, era una región de gran riqueza, las edificaciones de grandes, y bellos molinos todavía resaltan a nuestra vista, aunque ya solo son esqueletos, o ruinas de los molinos que una vez existieron como fuente de producción de trigo, generaban entonces riqueza y bienestar.
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Considero, a mi modesto y leal entender, deberíamos preservar esos bellos edificios, formando un patronato y un fondo con aportaciones voluntarias, o que deberían incluir en las contribuciones, que ayudarían a conservar nuestras raíces y/o monumentos históricos; que aparte de nostalgia nos muestran que no todo dura para siempre, que las situaciones en la vida son cambio constante, muchas veces para mejorar, otras no sé, tal vez para retroceder por desgracia. (Martínez, junio de 2018. Número 51 mayo de 2017 )
Se sembraban dos clases de trigo de altísima calidad, el Candial, y el Pelón Colorado, este último de mejor calidad que producía más harina.
El escudo oficial del municipio de Arteaga, incluso hasta nuestros días, tiene grabadas sus imágenes en los cuarteles describiendo la siembra, y riqueza del grano de trigo en dicho municipio, con un As de trigo.
Por siglos la extraordinaria fertilidad de los campos agrícolas y la excelente calidad de sus cosechas dieron fama a las haciendas, ranchos y poblaciones, de los que ahora es el municipio de Arteaga, incluso la producción de trigo llegaba hasta el municipio de Allende de la región norte del estado de Coahuila.
El molino de trigo de Arteaga (se mantiene desde su comienzo en ruinas) ya que tuvo una infausta inauguración, cuenta la leyenda que la noche de su inauguración el 31 de mayo de 1936, alguno (s) de los invitado (s), o más bien colados a la recepción, con intenciones perversas, nada amistosas, permanecieron ocultos en sus instalaciones, cuando terminó el ágape, los malandros, ocultos en la obscuridad de la madrugada, le prendieron fuego a tan funcional edificio, que entonces contaba con la mejor maquinaria de vapor de la época para la molienda de grano, causando el siniestro el principio y fin, de tan solo un día de gozo, tal como dice el viejo refrán: “la felicidad y el gozo, rápido se fueron al pozo”, pero de los recuerdos y las leyendas.
Una versión es que las reformas en los ejidos (1934-1940) que impulsara el entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río a través del reparto agrario de más de 20 millones de hectáreas, en beneficio de un millón de campesinos, probablemente provocaría el cambio de uso de suelo de nuestro territorio conocido como “La Suiza Mexicana”, el bello municipio de Arteaga con sus verdes montes cubiertos de coníferas y miles de huertas de manzano, hacia 1936 con el apoyo del gobierno de Coahuila, y la atinada intervención de los agrónomos especialistas en cultivo de manzana, de la Escuela Superior de Agricultura Antonio Narro (UAAAAN) se daría el cambio a sembradíos de manzanas.
Existió en Saltillo otro antiguo molino del Colono Santos Rojo, o popularmente llamado “El molino de Belén”, cuyos vestigios y ruinas de caliche seguían al suroriente de Saltillo donde desemboca la calle de Ateneo; también en otro medio electrónico hace referencia al multicitado molino de Belén, coinciden dichas notas electrónicas. Según leyendas de Saltillo de Froylán Mier Narro (finado) (Narro, 2013), afirmaría que un rayo que impactó al molino de Belén, sería la causa que iniciaría el fuego en el vetusto molino, dejando solo pedazos de hierros retorcidos, y hacinamiento de piedras y tubos (NOTICIAS, 2019)
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A pesar de que los cultivos de manzanas están en el municipio de Arteaga, con reconocidos productores como el Sr. Mario Padilla Durán dueño de la Huerta El Conejo, en San Antonio de las Alazanas, creó el mutante brotador a sus injertos, se les conoce con los sinónimos de Golden Mario y Golden Padilla, y otros grandes agricultores de Saltillo han compartido créditos, como los reconocidos agricultores, que incluso también las manzanas, llevan su nombre; cambios genéticos descubiertos por el Sr. Francisco de la Peña, (finado); conocido como mutante “Paco” y “Golden de la Peña”. Mutante “Tunal” fue introducido por Valdemar González Reyna en su huerta del Tunal. Otros grandes agricultores de manzana, como la Familia de don Leonardo Dávila, las familias Berlanga, Neftalí Dávila (finado) y su hijo el Ingeniero Gerardo Dávila, el ingeniero José Antonio Recio (finado) que fue presidente de los manzaneros hasta su muerte, todos ellos, junto a otros muchos más grandes agricultores de manzana de la región, que no menciono por falta de espacio, pero obvio, no son menosvaliosos, han contribuido dando gran impulso a la siembra de manzana de la región.
Amigos lectores es importante crear conciencia de preservar los vestigios de los molinos como parte de nuestra cultura y de nuestro entorno, ya que dichos edificios fueron hechos con los tres principios de VITRUVIO, “FIRMITAS” o sea “fortaleza”, edificios bien hechos, “UTILITAS”, útiles y duraderos, o sea que tienen buena construcción, ya que persisten a través de los años, y el otro atributo, “VENUSTAS” o sea que tienen “belleza” estética, ya que dan realce a su entorno y a la ciudad donde continúan en pie como bien dije al principio debemos contribuir para preservar dichos edificios, como si fueran nuestros, para que nuestros hijos, hijas, nietas y nietos, y las siguientes generaciones conserven estas bellas tradiciones y leyendas que no mueren.
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