175 aniversario de la fundación de Piedras Negras

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Rigoberto Losoya Reyes.

El próximo 15 de junio, se conmemora el 175 aniversario de la fundación de Piedras Negras, una fecha importante para esta ciudad que a pesar de los infortunios ha logrado salir adelante gracias a su gente honesta y trabajadora.

En 1850, sobre la margen derecha del río Bravo en un punto frente al Fuerte Duncan de Eagle Pass, Texas, se hallaba una nueva población y hallándose en asuntos del servicio en la nueva población establecida en este punto, el señor coronel Juan Manuel Maldonado, Subinspector de las Colonias Militares de Oriente y jefe Político Subalterno de ellas, se le presentaron todos los ciudadanos presididos por Andrés Zapata, Gaspar Salazar y Antonio Ramírez, y manifestaron al coronel Maldonado:

“Que habiendo formado en el punto arriba dicho, frente al nuevo establecimiento del Fuerte Duncan, Texas, una nueva población, construyendo casas y abriendo sus labores sobre la margen expresada del Bravo, bajo la protección del señor Jefe Político del Departamento, don José María de la Garza, ocurrieron por su conducto al Supremo Gobierno del Estado, pidiendo se les cediera establecer una nueva población con el título de nueva Villa de Herrera, sujetándose a las obligaciones y cargos concejiles correspondientes. Que de la misma manera pidieron nombrara de entre ellos mismos un alcalde, que conociera de sus demandas en juicios civiles y criminales, sujeto a la jurisdicción que les designara y que les sirviera de conducto en sus relaciones con el Estado.

Mediante una elección convocada por el Subinspector, Juan Manuel Maldonado, resultó elegido primer alcalde de la nueva Villa de Herrera a Luciano de la Cerda. Su mandato solo duró unos días pues, el gobierno de la República no ratificó esta fundación y dispuso que se estableciera una colonia militar para resguardar la frontera. De la Cerda fue un hombre muy interesado en servir a su comunidad y al gobierno. Recibió el apoyo de Juan Manuel Maldonado para colocarlo en un puesto de responsabilidad. Maldonado organizó las actividades de la población, mandó perforar un pozo para abastecer de agua potable a los colonos y soldados. La cercanía con el fuerte Duncan motivó un intenso tráfico comercial. Llegaron comerciantes a establecerse de este lado de la frontera, entre ellos Denis Meade quien solía vender todo tipo de mercancías al “fiado” a los colonos militares y civiles.

Sobre el primer alcalde, Luciano de la Cerda se sabe poco, en diciembre de 1850, el propio Maldonado, en un informe preparado para el presidente de la República, anexó una solicitud de Luciano de la Cerda, para ocupar el empleo de la Pagaduría de Monclova Viejo, pero dicho puesto no le fue autorizado por el Ejecutivo. En marzo de 1851, Luciano de la Cerda y Victoriano Fuentes, presentan una queja por agravios recibidos de las autoridades de San Fernando de Rosas y Morelos, por lo que piden que la autoridad correspondiente, falle lo que sea justo.  En el mes de julio de 1852, Juan Manuel Maldonado lo nombró Administrador de Correos, para hacerse cargo de la correspondencia extranjera y de las colonias militares, por lo que, en este acto, oficialmente nace el servicio de correos en esta Colonia Militar. El nombramiento fue ratificado por el Inspector de las Colonias Militares don Antonio María Jáuregui. En 1853, se dispone la liquidación de las colonias militares y surge la Villa de Piedras Negras con una administración civil independiente.

En agosto de 1855 el gobernador de Nuevo León y Coahuila, Santiago Vidaurri ordenó instalar una aduana en esta localidad para combatir el intenso contrabando generado por los comerciantes. De los ingresos fiscales apenas eran suficientes para sus propios gastos administrativos.

En octubre de 1855 la Villa de Piedras Negras fue invadida por un ejército irregular procedentes de Texas, comandados por el capitán James Callahan quienes buscaban esclavos fugitivos de las plantaciones de Texas. El ejército nacional lo enfrentó y en su huida, saqueó y prendió fuego a los comercios. Un grupo de habitantes temerosos por su seguridad, se refugiaron en los límites de la población y fundaron la “Congregación San José” hoy Villa de Fuente.

Durante la guerra civil norteamericana, cobró una gran importancia la aduana fronteriza de Piedras Negras, cuando los estados de la confederación comienzan a exportar su algodón por esta aduana al tener sus puertos bloqueados. Miles de pacas de algodón cruzaban por el río Bravo y generó una gran fortuna para Vidaurri quien administraba los ingresos de la aduana. Durante la Intervención francesa, en abril de 1865, el coronel Mariano Escobedo atacó el cuartel imperialista para liberar a la Villa de Piedras Negras, pero fue infructuoso el intento por sus pocas fuerzas y falta de municiones.

Días después, el coronel Francisco Naranjo logró ese objetivo al derrotar a los imperialistas en la batalla de Gigedo. El 14 de julio de 1867, se inauguró el servicio de diligencias, que salía de Monterrey el 14 de cada mes y de San Antonio, Texas el 1 del mes.  Viajar en una diligencia resultaba incomodo y molesto. En 1882, el Ferrocarril Internacional Mexicano obtiene una concesión y terrenos gratuitos para su estación. El 1 de febrero de 1884, parte el primer tren de la Villa de Piedras Negras a la estación de Frontera. En 1888 a solicitud de los “Notables” y con el apoyo del gobernador José María Garza Galán, solicitan a don Porfirio Díaz autorice que la Villa de Herrera lleve su nombre con el propósito de promover nuevas inversiones.

En 1890 se inaugura el edificio de la aduana fronteriza y antes de que termine el siglo XIX, Ciudad Porfirio Díaz ya contaba con los servicios de agua entubada, energía eléctrica y teléfono. Comerciantes extranjeros llegan a esta ciudad en busca del sueño mexicano. Más de veinte casas comerciales se establecen para dedicarse a la importación de todo tipo de mercaderías.

Nuevas construcciones le van dando una nueva imagen afrancesada a la ciudad de Porfirio Díaz al estilo Art Nouveau. El 20 de noviembre de 1910 un rico hacendado coahuilense tuvo un intento fallido de iniciar la revolución mexicana en esta ciudad: Francisco I. Madero, logrando un rotundo fracaso. En 1913 los constitucionalistas organizan su movimiento en esta ciudad logrando incomodar a los empresarios quienes huyen a Eagle Pass ante la confiscación de sus empresas y bienes. Las inundaciones continuas representaron un reto para su población, porque significaba volver a empezar. En junio de 1954 una nueva inundación devastó la ciudad, inclusive la prensa nacional lo calificó en el siguiente título: “Piedras Negras ha muerto”, sin embargo, nos volvimos a levantar con pico y pala y con una gran voluntad de seguir progresando con y a pesar de los buenos o pésimos alcaldes que nos ha tocado elegir.