El encono presidencial contra los periodistas

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

Según el analista Alfredo Jalife Rahme, gran parte de la información de las redes es falta (fake News).

En la mañanera del pasado miércoles 22 de abril, el presidente López Obrador dedicó una hora a continuar su pleito contra sus críticos, los periodistas, que pese a la descalificación, continúan diciendo su verdad ante la intolerancia presidencial. Los calificativos a sus “adversarios” fueron los mismos: conservadores, fifís, etcétera.

Para muchos mexicanos ya no hay duda que AMLO no quiere la unidad de los mexicanos, pues no la procura, por el contrario, continúa dividiendo al país entre buenos y malos, amigos y enemigos, creando peligrosas condiciones sociales, que cuando se desaten los resentimientos no los podrá frenar, como tampoco ha podido contrarrestar la inseguridad, ni ha evitado la fuga de capitales.

¿A qué se debe el encono presidencial contra los periodistas críticos cuando se debe privilegiar la unidad para enfrentar a la pandemia? La cuestión tiene que ver con los resentimientos y prejuicios presidenciales, pero también con la pérdida de su popularidad que le han acarreado sus yerros, ocurrencias e incapacidades.

A esto hay que agregar que la información que transita por las “benditas redes” no es confiable, porque según el analista geopolítico Alfredo Jalife Rahme, gran parte de la información que transita por las redes es falsa (fake news).

Por ese motivo, los medios de comunicación profesionales (periódicos, radio y televisión) han fortalecido su credibilidad ante la opinión pública que busca información sobre la pandemia del Coronavirus. Y en estos momentos de crisis nacional, la mayor parte de los mexicanos rechazan las arengas divisionistas. De allí, que el presidente López Obrador enderece, ahora con mayor ímpetu, su rechazo a las críticas periodísticas.
La ecuanimidad presidencial se puso en duda con el conductor de Televisión Azteca Javier Alatorre, cuando negó la credibilidad de Hugo López-Gatell, y pidió que no le hicieran caso. El presidente lo excusó diciendo que había cometido un error, y pidió que no lo criticaran porque era su amigo. AMLO también es amigo del dueño de Televisión Azteca, Ricardo Salinas Pliego, quien se ha negado a cerrar sus empresas ante la contingencia del Coronavirus. Salinas Pliego además de ser un empresario beneficiado por el gobierno de la 4T, también se dice que tiene un adeudo con el SAT de 30 mil millones de pesos de impuestos no pagados, allí se origina el “error” del “amigo” del presidente, Javier Alatorre…