Profesor Evaristo Velasco Álvarez.
Es la tercera semana de abril y nos están informando que comenzará ya la tercera fase de la pandemia de este bicho raro que nos ha estado atacando en los últimos meses, y no entiendo de verdad lo que está sucediendo en el mundo. Me inquietan varias situaciones, como:
1.- Se establece que el contagio comenzó en una población llamada Wuhan, en China y que es altamente contagioso y mortal si no se siguen las indicaciones que los médicos recomiendan.
2.- De Wuhan el contagio saltó a Europa: Alemania, Francia, España, Italia, etcétera, donde el contagio se eleva a varios miles en pocos días y llega a cifras altas de defunción. Los hospitales están sobresaturados y es una terrible locura mundial.
3.- Luego, en pocos días aparece en Estados Unidos de Norteamérica y el contagio es terrible y rápidamente el país entra en pánico, pero en un inicio el presidente Donald Trump consideró que no era necesario tomar precauciones; “… que al fin y al cabo esto sería muy pasajero…”
4.- Y pronto los brotes en toda la América Latina invadieron todo, y desde Argentina y Chile todo fue contagiado hasta México, arreciándose en Centro América con mayor fuerza.
5.- Pero me pregunto:
a.- Si Singapur está a escasos 600 kilómetros de Wuhan, ¿por qué no hubo brotes allá?
b.- Si Beijín está a menos de 600 kilómetros de Wuhan, ¿por qué no hubo brotes allá?
c.- Sin embargo, Estados Unidos, Europa, América Latina, estamos a más de 8,000 kilómetros, ¿por qué acá sí existe tal enfermedad?
No tengo respuestas para esto, aunque en las redes sociales circulan miles de videos y acusaciones contra unos y otros, lo que me hace poner los pies en la tierra y entender que lo primero que debo hacer es cuidarme y cuidar a mi familia para que no contagiemos a nadie y para que nadie nos contagie. Por eso hemos decidido quedarnos en casa.
Pero aquellos paisanos que viven al día por lo que ganan en su diario quehacer, no pueden quedarse en casa porque tienen que llevar alimentos a su familia. Sin que se queden en casa, habrá que buscar la forma de que se cuiden y de que protejan a su familia. Y como dice el doctor Miguel Ruiz en su obra Los 4 Acuerdos: Hagamos siempre nuestro mejor esfuerzo, para ¡Que viva México!
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