La diferencia de las Fuerzas Armadas de la 4T y las del 68, según Durazo

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Juan Bustillo
ImpactoMX


El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana le pegó un descontón al sentido común y a la aritmética.

No quisiera decir que de paso faltó al respeto a figuras históricas y actuales de las Fuerzas Armadas, pero en todo caso fue sin intención, lo cual no sirve de disculpa para alguien tan conocedor de la historia del país.

Y todo porque ya está en campaña para gobernador de Sonora y lo vence su subordinación al secretario de la Defensa Nacional, no obstante ser, en el papel, coordinador del Gabinete de Seguridad y jefe de la Guardia Nacional.

Alfonso Durazo intentó deslumbrar a sus paisanos, al presidente López Obrador y al general Clemente Sandoval con una pieza oratoria inolvidable.

Y lo consiguió descubriendo el hilo negro: en los altos mandos de las Fuerzas Armadas de la Cuarta Transformación no hay “prácticamente ninguno que haya pertenecido (a la generación)…” del 68, dijo.

Verdad indiscutible.

Han pasado 52 años del movimiento estudiantil de 1968 y el más joven soldado, egresado o no del Heroico Colegio Militar, participante en aquellos acontecimientos debió tener más de 13 años de edad para acumular hoy los 65 años con que la Fuerzas Armadas envían a retiro a sus generales de División.

Ahora bien, quizás haya una excepción, pero se trataría de una pieza de museo.
Conforme a la Ley del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas, tratándose de Diplomados de Estado Mayor podrán continuar en activo hasta por cinco años más y pueden ser retenidos en el activo por una sola vez, “mediante acuerdo presidencial, no obstante existir alguna causa de retiro, cuando a juicio del titular del Poder Ejecutivo sean necesarios sus servicios”.

Sólo por mencionar a tres relacionados con el general Marcelino García Barragán, que fue secretario de la Defensa Nacional de Gustavo Díaz Ordaz en el 68, el general Enrique Cervantes Aguirre apenas tiene 85 años, 78 el general Tomás Ángeles y el general Félix Galván murió en 1988.

Y murió en 1970 el general Luis Gutiérrez Oropeza, que fue jefe del Estado Mayor Presidencial de Gustavo Díaz Ordaz y es señalado como quien ordenó a sus subordinados disparar sobre la tropa desde el Edificio Chihuahua.

Tiene razón Durazo, ninguno de los mandos de las Fuerzas Armadas de la Cuarta Transformación participó en el 68, pero en todo caso el debate debería centrarse no la cuestión generacional, sino en las doctrinarias.

Se entiende el lapsus de Durazo por la emoción de estar en su tierra, Bavispe, y porque ya anunció que abandona el barco del presidente López Obrador para cumplir su sueño de gobernar a sus paisanos.

Pero insisto, ¿en qué consiste para Durazo la diferencia que tanto celebra, por ejemplo, entre el general García Barragán y el general Sandoval?

Sin ánimo de ofender al actual secretario de la Defensa Nacional porque no tengo duda que desde el Colegio Militar le inculcaron la lealtad al comandante supremo de las Fuerzas Armadas, ¿sería capaz de resistir el canto de las sirenas como lo hizo García Barragán?

Sin duda López Obrador le confió el mando del Ejército y la Fuerza Aérea porque lo sabe tan leal como García Barragán a Díaz Ordaz.

Entonces, ¿en dónde está la diferencia de que habla Durazo?

¿Sólo en que la generación castrense actual no participó en los acontecimientos del 68?

Si en esto consiste la diferencia, es obligado preguntarse ¿cómo se comportaría si López Obrador enfrentara movimientos como el del 68 que podrían ocurrir si continúa la polarización política?

En definitiva, Alfonso es más inteligente que lo mostrado en Bavispe.