Fernando Rangel de León.
Los verdaderos empresarios, los que reinvierten sus ganancias, pagan sus impuestos, amplían sus fuentes de trabajo, y mejoran a sus trabajadores, en nuestro país; son los empresarios que realmente quieren a México, como Daniel Servitje, dueño de Bimbo, que apoyan al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Bimbo, una empresa 100% mexicana que nació hace 75 años, actualmente con presencia en 33 países de América, Europa, Asia y África y cuenta con más de 135 mil colaboradores, inauguró el Centro de Distribución Metropolitana, con una inversión de 2 mil 700 millones de pesos, y con 300 empleos en Ciudad de México, con la asistencia del Presidente y de la Jefa de Gobierno de dicha ciudad, Claudia Sheinbaum.
El Presidente expresó allí que los sectores público, privado y social, unidos, son los tres motores del crecimiento económico y el desarrollo social del país.
Esa unidad la está demostrando AMLO en sus reuniones con los trabajadores y los patrones para conciliar sus intereses en beneficio de estos tres sectores, con motivo de las reformas a la Ley Federal del Trabajo, para que no se quite el outsourcing o subcontratación; sino que se modifique para mejorarlo para bien de la economía del país.
La subcontratación u outsourcing, es cuando una empresa proporciona trabajadores para que le trabajen a otra, no siendo esta empresa a la que le prestan sus servicios la que les paga sus sueldos, aguinaldos, vacaciones, Impuesto Sobre la Renta ISR, IMSS, Infonavit, AFORE y reparto de utilidades, sino que quien hace estos pagos es la empresa que proporcionó los trabajadores, la que a su vez le cobra a la empresa que recibió los servicios, todo lo que pagó por ella, más un porcentaje por hacerle esas gestiones.
La relación de trabajo, que es la prestación de un servicio personal subordinado a otro, mediante el pago de un sueldo, se entabla entre la empresa y los trabajadores que contrata para trabajarle a otra, convirtiendo a ésta en patrón solidario.
Actualmente los artículos de la Ley Federal del Trabajo, que contemplan la subcontratación u outsourcing, son muy vagos, genéricos e imprecisos; pues no regulan entre otras cosas cuál de las dos empresas, si la que proporciona a los trabajadores o la que los recibe, va a garantizar la estabilidad en el empleo, o sea el derecho del trabajador a permanecer en su trabajo mientras él quiera o viole la ley en perjuicio del patrón; la antigüedad, el escalafón, etcétera.
Seguramente esta reforma laboral va a ser cumplida voluntariamente; pues la están consensuando las partes involucradas: patrones, trabajadores y gobierno; lo que nunca se había visto antes.
Por eso los verdaderos empresarios no es que apoyen al Presidente de la República, sino que a quien apoyan es a México.