Conveniente que el Presidente de México jurara decir verdad en informes presidenciales

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  • Esta práctica se realiza por funcionarios y secretarios del Gabinete ante el Congreso y en comisiones específicas.
  • El Segundo Informe del Presidente careció de información que interesa a los mexicanos.
  • Faltó precisión en varios rubros de tipo económico.

Jorge Martínez Cedillo.

El Segundo Informe del Presidente Andrés Manuel López Obrador, entregado “de última hora” al Congreso de la Unión por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, reúne una serie de imprecisiones en muchos rubros, especialmente los referentes a comportamiento de la economía nacional, de manera que se hace indispensable que el jefe del Ejecutivo jurara decir verdad por obligación ante el Congreso y por convicción ante el pueblo en sus Informes Anuales o Parciales.

Evaluaciones económicas de organismos especializados, por ejemplo, con respecto a la deuda interna del país, ésta aumentó en 2020 en un valor de 1.5 billones de pesos, con lo cual se ha llegado a un total de 12.07 billones de pesos. (En 2018 fue de 10.38 billones de pesos).

Por lo que se refiere a la deuda externa, alcanzó 469 mil 729 millones de dólares en 2019. Previo a la crisis del Covid-19, la deuda externa creció en 16 mil 571 millones de dólares, respecto de 2018.

Estas cifras indican que no se apega precisamente a la verdad el primer mandatario, cuando afirma que México no se ha endeudado y que, en medio de la pandemia y la austeridad, habrá en breve una importante recuperación económica, la cual este año sufrió un fuerte descalabro de 9.2 por ciento, cuando previo a la pandemia se había planeado un crecimiento del PIB del orden de 4 por ciento.

Un hecho sobresaliente que mencionó el presidente, es que, por las medidas de austeridad y de ajuste económico, el Gobierno se ahorró un billón 300 mil millones de pesos, como resultado de procesos administrativos en los rubros de “compras y contratos”.

Al respecto, en 2020 y 2021, se han tenido los presupuestos de ingresos más altos de la historia y, en las leyes de Ingresos de ambos años, en ningún concepto se consideran o mencionan estos “ahorros”.

No hay prueba alguna de que existan en algún lugar del Banco de México, donde deberían estar, o en la Secretaría de Hacienda reservados para ejercicios extraordinarios. En todo caso podrían destinarse a inversiones que requieren de efectivo, de “pesos contantes y sonantes”, como es el caso de la compra de vacunas contra el Coronavirus.

Por el contrario, es público y notorio que hay escasez de medicamentos, falta de equipamiento médico, hospitales con lo necesario, y ya no digamos abandono de los sectores productivos primarios, incluso con reducciones en el presupuesto autorizado, y nulo apoyo a actividades económicas formales o informales.

Llamó poderosamente la atención de los presentes, prácticamente el gabinete en pleno que, cuando cruzaron el umbral de Palacio Nacional, ignoraban que el presidente haría pública una noticia relevante del Segundo Informe de Gobierno, fueron muchas, pero una que llenó de orgullo a todas y todos, cuando se refirió al avance de compromisos de su gobierno. Afirmó que “se han cumplido 97 de 100 compromisos” planteados el uno de diciembre de 2018.

También señaló que, en marzo de 2021, se recuperarán los más de 20 millones de empleos formales que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tenía registrados antes de la pandemia. Al respecto, de acuerdo con información de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, más de 150 mil negocios pequeños mexicanos, han cerrado de forma definitiva, ante una caída de 30 por ciento en el consumo privado por la crisis de Covid-19.

En abril del presente año, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) reportó la pérdida de 12 millones de empleos en México entre formales e informales.

Otro de los sectores que ha sido afectado dramáticamente en el esquema económico nacional referente a la captación de divisas, es el sector de turismo, del cual no se mencionó “una palabra” en el informe presidencial, ni mucho menos si se emprenderá algún plan de recuperación.

Con gran emotividad, el presidente López Obrador hizo amplio reconocimiento al ingreso de divisas “como un logro de su gobierno”. En realidad, son fruto del esfuerzo y el trabajo de millones de mexicanos que cruzan la frontera norte de forma legal o ilegal en busca de trabajo. Calificó de “milagro social” el ingreso de dinero en dólares, que puede llegar en este 2020, a 40 mil millones de dólares.

Lo que significa ese volumen de divisas, es que más mexicanas y mexicanos han tenido que abandonar nuestro país, por falta de oportunidades, particularmente este año, cuyos efectos de la pandemia han obligado a nuestros connacionales a aumentar sus aportaciones familiares para afrontar la enfermedad y gastos extraordinarios por fallecimientos.

Otro tema muy relevante que destacó el presidente de México, se refiere a que “se está avanzando en la pacificación del país”. Las cifras que se han hecho públicas, en lo que va de 2020, se han registrado 95 mil 990 homicidios dolosos y 770 feminicidios. Estas cifras son calificadas como las más altas en el país, y aún faltan las que corresponden a noviembre y diciembre.

El Segundo Informe presidencial pareció un relato del desempeño satisfactorio gubernamental, con la característica de que fue nulo respecto de una evaluación y anuncio de apoyos oportunos y puntuales para resarcir los cuantiosos daños causados por fenómenos meteorológicos, sufridos por pueblos y comunidades rurales y urbanas de Tabasco, Chiapas y Veracruz, así como de Yucatán, Campeche y Quintana Roo. Pasado casi un mes de esos hechos, la gente humilde que perdió sus bienes por inundaciones, por lo menos en Chiapas y Tabasco, aún no termina de limpiar los escombros en que se convirtieron sus hogares, sus áreas de cultivo y sus pequeños ranchos ganaderos. Todo eso no cuenta para el Informe.