En Coahuila existe un desierto de aproximadamente 800 hectáreas en donde brillan dunas de arena blanca, se encuentran en el pueblo mágico de Cuatrocienegas, rumbo a Torreón hacia un camino de terracería pasando Poza de la Becerra.
Ahí había un océano hace millones de años, y se llamó el mar de Tetis; el estado de Coahuila formaba parte de él, a traves de los años el agua se evaporó, y miles de cristales hidratados de sulfato de calcio (conocidos comúnmente como yeso) formaron algunas de las dunas.
Lo que parece arena blanca es, en realidad, sulfato de calcio y silicio. Estos minerales son residuos de las transformaciones climáticas que ha sufrido esta región de lo que hace muchos años era un océano.
Ademas de las dunas se puede encontrar algunas especies de cactáceas y matorrales, así como correcaminos, coyotes, y diversos reptiles e insectos, proveen inspiración y evidencia de que se puede sobrevivir en condiciones áridas y hostiles.
[rl_gallery id="14136"]