Patriota demócrata, pero nunca neoliberal

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Fernando Fuentes García.

No se puede aspirar a la democracia si se busca el neoliberalismo, pues este último requiere aniquilar la democracia, para dar cauce al libre mercado y su expansión nacional y globalizada y culminar con un neofeudalismo.

Es por eso que sabotear y corromper el ideal de la -naciente y verdadera- democracia representativa y participativa, esa que designa y “rige” el soberano colectivo y no la oligarquía económica y/o política, es el fin de los señores déficit y lobos pro yankees. Quienes confabulan con los ya expuestos antidemocráticos Instituto Nacional Electoral y Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (https://www.jornada.com.mx/2021/08/09/opinion/020a2pol), para mantener el combustible del sistema, la corrupción y concretar la disolución de los fines sociales del Estado y su apropiación por la clase dominante, para así seguir sosteniendo el rapaz régimen de saqueo y entrega de la nación a expensas del derecho y bienestar del noventa por ciento de la población.

No se puede ser patriota demócrata y al mismo tiempo neoliberal, porque son posiciones contrapuestas. Es el reino idealizado de la oligarquía o es el reino del pueblo (que incluye a la minoría); es el reino de lo material y del dinero y su concentración o es el reino del humanismo y de la justicia. Para el doctor en ciencias Víctor Manuel Toledo, ante la crisis humanitaria del mundo (que ha sido provocada por el mismo sistema capitalista), el deslinde se irá conformando entre el reino contra la vida o el reino por la vida (https://www.jornada.com.mx/2021/06/15/opinion/016a1pol), es decir entre las estructuras que sostienen el dogma neoliberal que sacrifican todo por riqueza y poder (incluyendo a la patria y a la propia fuente de vida, la naturaleza) y aquellas  estructuras que promueven la filosofía del “buen vivir”, cuya ética está dirigida al bien común y que a mi parecer rescata el proyecto político y económico de “bienestar” que adopta la Cuarta Transformación (4T).

El presidente López Obrador mantiene una popularidad de entre un 60 y 70 por ciento.

Ante el colapso del neoliberalismo que cegó a todo el mundo, han quedado las cenizas que ahora se comienzan a disipar para evidenciar los catastróficos resultados, entre ellos la mayor desigualdad y miseria creada en el mundo. Y no hay mejor ejemplo para romper con la idealización de este sistema, que los resultados que deja el decadente imperio norteamericano. Pero ante esta crisis del sistema, queda también la pregunta ¿y qué es lo que llenará el vacío? A la falta de respuesta, queda la confusión y la desesperación que pueblos de diversas naciones sufren y es en este contexto de crisis que surgen y toman fuerza las propuestas disfrazadas de democracia y humanismo, que no son más que un neoliberalismo recargado con la fórmula Orwelliana de 1984 (https://elperiodicodesaltillo.com/wp/2021/02/16/la-debilidad-del-noventa-por-ciento%EF%BB%BF/).

Por fortuna en México existe una clara opción de proyecto que le da certeza y seguridad a una gran parte de la población. Es así que la fuerza social está más consiente e involucrada que nunca y así lo demuestra, el contundente resultado de las pasadas elecciones, que le dio al gobierno de la 4T el triunfo de 11 de 15 gubernaturas, la popularidad de entre un 60 y 70 por ciento que mantiene al presidente López Obrador y el rotundo mensaje que emitieron más de 6.5 millones de ciudadanos en la consulta para juicio de los expresidentes, que logró un 97.72 por ciento a favor de los juicios. Un número no menor que ya quisieran haber alcanzado algunos partidos en el pasado proceso electoral.

Sin embargo, quienes ofrecen el proyecto demócrata y patriota, deben reconocer que tienen un gran pendiente, cumplir la función básica que expone José Blanco: “Desarrollar alternativas a las políticas existentes, mantenerlas vivas y disponibles hasta que lo políticamente imposible se convierta en políticamente inevitable” (La Jornada, 24/08/2021). De otro modo, el riesgo que expone la profesora en ciencia política de la Universidad de California, Wendy L. Brown, es que el neoliberalismo retome el camino, pero esta vez en la forma de un NEOFEUDALISMO (Ver: https://youtu.be/ZMMJ9HqzRcE). El perfecto indicador es el acaparamiento de las tierras de cultivo en 19 estados de la unión americana por el magnate Bill Gates (https://bit.ly/3on8T5M).

La decadencia del imperio, la oportunidad           

La oportunidad para instaurar la verdadera democracia es histórica, pues la decadencia del imperio norteamericano sigue su curso. Después de haber perdido ya la tercera guerra mundial que se llevó a cabo en Siria, con la participación de 116 países occidentales contra Siria, Irán y Rusia (Thierry Meyssan, Red Voltaire, 22/06/2021), los Estados Unidos han tenido que dar por terminada la doctrina Rumsfeld-Cebrowski de guerra sin fin inaugurada tras los atentados del 11 de septiembre y retirarse de Afganistán, lo que ha eliminado el discurso, que usaron para justificar la imposición armada o los bloqueos económicos, de lucha contra el terrorismo, lucha por la democracia y por los derechos humanos. Sus guerras siempre fueron por la política interna y el lucro de grupos de poder y en especial del complejo militar.

Para nuestro vecino país le sigue el reto para contener el avance de China con la ruta de la ceda en Asia oriental, para ello el consultor de Nixon, Pat Buchanan, les ha recomendado una estrategia enfocada en habilidades y no en lo militar (https://bit.ly/3jZhdKI). Queda la batalla en América Latina y el Caribe, que al parecer podría aplicar la misma estrategia, frente a la dinámica de triunfos antineoliberales que vive la región y el avance de China en su participación de la inversión extranjera directa vía fusiones y adquisiciones en la región, la que creció de 1.7 por ciento del total, entre 2005 a 2009, a 22.9 por ciento, en 2020 (Dora Villanueva, La Jornada, 08/08/2021). Bien expresa David Penchyna que la clave de los próximos tiempos será lo que ya anticipaba en los noventas Henry Kissinger, la tendencia global a conformar bloques regionales de naciones que compitan entre sí por la hegemonía económica e influencia política (La Jornada, 30/08/2021). La clave de la integración continental que promueve el presidente López Obrador y que va consolidando con su liderazgo, con el impulso a los programas de desarrollo en el sur de México y Centroamérica y el fortalecimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

La cruzada conservadora, retrógrada y traidora

Ante este contexto, la postura de la oposición conservadora es verdaderamente retrógrada y traidora. Incapaz de asimilar este contexto de oportunidad, siguen con una inmensa y torpe campaña para minar la confianza de la gente en el gobierno, que día a día los desnuda. Tan bajo han caído, que nos revelan y nos reafirman su verdadera naturaleza “cínica, cortesana, fascista, entreguista, traidora y golpista”, luego de que los dirigentes de los partidos que conforman la coalición Va por México, solicitaran la injerencia de la promotora de golpes de estado blando, la Organización de Estados Americanos (OEA) dirigida por el llamado orco del pantano Luis Almagro y después de que los senadores del Partido Acción Nacional (PAN), se atrevieran a traer “al Senado de la República” al dirigente y neoconquistador del partido español de ultraderecha Vox, Santiago Abascal, para firmar la Carta de Madrid.

Parafraseando a John M. Ackerman, todo lo anterior implica el fin de las fantasías de la oposición con respecto a su supuesta visión de futuro y “vocación democrática y humanista”. Pero sobre todo nos constata que es el tiempo de las definiciones; es el tiempo de los patriotas demócratas; es el tiempo de que los mexicanos hagamos un mayor esfuerzo desde las propias trincheras para luchar por la nación y demostrar nuestra fuerza, gritando en estas fechas patrias “viva México”.

Sobre el Autor

Fernando Fuentes Garcia es un escultor autodidacta especializado en el bronce, comprometido a transmitir la aportación única y vital del arte y la escultura a la sociedad y a contribuir a un mejor México. Convicción que ha ejercido publicando artículos y ensayos en el blog de ciencia y tecnología Reporte Ciencia UANL, en la Revista Levadura y El Periódico de Saltillo.