2 de octubre no se olvida

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Fernando Rangel de León.

Los aniversarios de algunos movimientos trascendentales en México, unos se celebran cuando iniciaron y otros cuando terminaron; teniendo entre los primeros la Independencia, el 16 de septiembre, y la Revolución, el 20 de noviembre; y entre los últimos está el movimiento del 68, el 2 de octubre.

El movimiento empezó el 22 de julio de 1968, con el pleito por una paleta entre estudiantes de las vocacionales (secundarias) 2 y 5 del IPN, y los de la Preparatoria Isaac Ochoterena, incorporada a la UNAM, cercanas a la Ciudadela y a la Secretaría de Gobernación, en la Ciudad de México; que fue reprimido duramente por los granaderos (policías del Distrito Federal, que se transportaban en autobuses abiertos de los lados para reprimir manifestaciones). 

Contra esa represión grupos estudiantiles de la UNAM, IPN, Normal Superior, Central Nacional de Estudiantes Democráticos CNED, Federación de Estudiantes Socialistas FES, y otros, se manifestaron el 26 de julio de 1968, aniversario del inicio de la Revolución Cubana, en 1956; que a su vez fueron reprimidos brutalmente; constituyendo el Consejo Nacional de Huelga CNDH, que elaboró un pliego petitorio de seis puntos, destacando la libertad de los presos políticos, derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal, que tipificaba el delito de disolución social que castigaba a los manifestantes contrarios al gobierno.

Asistimos a las marchas iniciadas en el dios Tláloc, en el Museo Nacional de Antropología e Historia, en Chapultepec, y de allí por Paseo de la Reforma, avenida Juárez y avenida Madero, que es su continuación, hasta el Zócalo donde concluían con un mitin; habiendo el ejército disuelto una de las  últimas, con tanquetas, que nos tocó vivir.

Luego fue la toma de Ciudad Universitaria, por el ejército por órdenes de Luis Echeverría Álvarez, Secretario de Gobernación; contra la que protestó nuestro rector de la UNAM, Ingeniero Javier Barrios Sierra, a quien acompañamos en su marcha por avenida Insurgentes, hasta Félix Cuevas, y de ahí de regreso a la CU por avenida Universidad.

El Grito del 15 de septiembre de 1968, lo dio en CU, Heberto Castillo Martínez; pero a medida que se acercaba el 12 de octubre, fecha de la inauguración de los XIX Juegos Olímpicos, precisamente en el Estadio Olímpico Universitario, los primeros de la historia en América Latina y el Caribe, las represiones aumentaron, hasta que el 2 de octubre, en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, el movimiento del 68, fue masacrado por órdenes del Presidente Gustavo Díaz Ordaz. Creemos que la elección del lugar fue manipulado por el gobierno, para que estuviera más apartado del centro de la ciudad y no fuera un aparador mundial.

¿Cuáles fueron sus causas? La rebeldía contra el establishment, como la Primavera de Praga y el Mayo Francés, la represión del gobierno mexicano contra los movimientos magisterial y ferrocarrilero de 1958 y 1959, así como sus limitaciones a las libertades políticas, y la proximidad de la sucesión presidencial, entre otras.

Quien manipuló y capitalizó el movimiento del 68, fue Luis Echeverría Álvarez, quien siendo ya Presidente de la República, para congraciarse con la juventud redujo la edad de la ciudadanía de 21 a 18 años, derogó el delito de disolución social, y liberó a los presos políticos; luego José López Portillo, promovió la reforma política para que todos los inconformes con el sistema, formaran parte de él mediante partidos.

El 2 de octubre de 1968, posibilitó el 1988 de Cuauhtémoc Cárdenas; que a su vez posibilitó que el pueblo llegara a la Presidencia de la República en 2018.

¿Qué coincidencia que esos años terminan en 8!