Jesús M. Moreno Mejía.
“Nuestros anhelos se
aseguran difícilmente
sobre palabras.”
Molier.
Se han cumplido 111 años de iniciada la revolución mexicana y todo parece indicar que no se han cumplido a cabalidad los ideales de Francisco I. Madero, pues el pueblo no ha recibido lo prometido por todos los partidos políticos y los presidentes en turno, desde la caída de Porfirio Díaz.
Los ideales de Madero parecían poder llegar al fin, en 1911, al dejar la silla presidencial el dictador y sembrar los campos de batalla con más de un millón de compatriotas. Pero desgraciadamente era sólo el inicio de un largo caminar en busca paz, libertad y bienestar.
Recordemos algunas frases de Francisco I. Madero resumiendo sus ideales:
- La libertad es un bien precioso, sólo concedido a los pueblos dignos de disputarla.
- Que vengan las luchas de la idea, que siempre serán luchas redentoras, pues del choque de éstas siempre ha brotado la luz, y la libertad no le teme, la desea.
- El poder absoluto corrompe a quienes lo ejercen y a quienes lo sufren.
- Nadie sabe de lo que es capaz un pueblo cuando lucha por su libertad.
- Demostremos con hechos que no hay esfuerzo perdido cuando lleva un buen fin.
- Todos unidos, dediquemos nuestros esfuerzos a trabajar por el engrandecimiento de México.
- Más vale un puñado de valientes que una legión de tímidos.
- Los pesimistas generalmente intentan ocultar su miedo encontrándolo reflejado en los demás.
- Cuando los pueblos abdican de sus libertades, la fatalidad los persigue.
- Los hombres más obtusos con los poderosos, son los más déspotas con los débiles.
- A los hombres no podemos juzgarlos por un acto, ni por varios actos aislados de su vida.
- El único sentimiento que me guía es el amor a la Patria.
Francisco I. Madero es llamado “El Apóstol de la Democracia” ganar una elección limpia después de innumerables procesos amañados por Díaz y sus seguidores.
Practicó filosofía espiritista, a la que estaba entregado con pasión, y ello fue determinante para que se dedicara en cuerpo y alma al bien de la patria.
Fue un hombre íntegro, dada su conducta personal, incluso al someter primero el espíritu al cuerpo, y desde joven un luchador social, basado en un pensamiento de ética y justicia.
Su pensamiento político se caracterizó por ideas de reforma social, por defender la no reelección y el sufragio efectivo, así como las garantías laborales, la democracia, elecciones libres, libertad de expresión y de asociación.
Sin embargo, ya transcurrió más de una centuria y todavía no se logra consolidar los nobles ideales de Madero, pues la patria ha obtenido algunos beneficios, que sólo satisfacen a los poderosos y las clases más vulnerables siguen esperando tener para vivir bien y dejar a tras la miseria de décadas, así como las injusticias que siempre han padecido.
En el aire queda la frase desmoronada de Francisco I. Madero, que a la letra dice:
“El Pueblo Mexicano está apto para la democracia y sediento de Libertad”.
¡Hasta la próxima!