Las vicisitudes de Jericó

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

Desde hace décadas, cuando el PRI era el partido hegemónico en México, escribí que tres jóvenes políticos saltillenses algún día llegarían a gobernar nuestro estado: Jericó Abramo Masso, Manolo Jiménez Salinas y Enrique Martínez Morales, siempre y cuando no se equivocaran o cometieran algún error irremediable.

Mi opinión no era temeraria, pues tuve la oportunidad de tener relaciones cordiales y amistosas tanto con sus abuelos, como con sus padres, con quienes las sigo manteniendo. A todos ellos los conocí cuando eran jovencitos. A dos me los presentaron sus abuelos, y a Enrique su padre. Entonces sabía de qué hablaba, y todavía pienso que no me equivoqué.

A Jericó me lo presentó Jorge Masso, a Manolo lo conocí por Luis Horacio Salinas, que en aquel entonces no llevaban buenas relaciones, pero eso no creo que sea el problema como algunos insisten en mencionarlo, pues se me hace pueril ese señalamiento, porque estamos hablando de aspiraciones políticas, no de rencillas familiares.

Jericó Abramo Masso

Lo cierto, es que durante las últimas semanas mucho se ha especulado sobre el desacuerdo de Jericó con la posibilidad de que Manolo esté encaminado a la candidatura priista para el gobierno de Coahuila en el 2023. Incluso hay quienes apuestan a que si Jericó no es el elegido, emigrará a Morena para lograr su aspiración, lo cual aún no termina por convencer, porque en ambos lados saben lo que mejor les conviene y hay resquicios para la negociación.

Por otro lado, es dudoso que Jericó consiga en Morena la candidatura a gobernador, pues para estas fechas ese partido tiene muchos aspirantes que esperan que el dedo de López Obrador los señale. Lo mismo sucede con la senaduría. Y si se trata de la reelección en la diputación federal, no hay necesidad de cambiar de partido. Además, es muy tarde para dar ese salto, más ahora que el PRI coahuilense se ha fortalecido por la falta de resultados de AMLO y el mal trato que le ha dado a Coahuila; también influye el nivel de simpatías que ha logrado Miguel Ángel Riquelme, principalmente por su labor en la seguridad.

El pasado 17 de enero, Jericó acusó -en un video que transitó en las redes- que la cúpula priista insiste en frenarlo, pero no habla del gobernador, lo cual supone que se refiere al presidente del CDE del PRI, Rodrigo Fuentes Ávila, quien es el responsable de mantener la unidad entre los militantes y seguramente no ha hecho su trabajo. Pero, además se dice que el dirigente priista no tiene la suficiente autoridad y sensibilidad, para que Jericó lo tome en cuenta.

En la misma semana que apareció el video, Jericó dio dos notas de su trabajo político: una, sobre el supuesto anteproyecto federal de corregir el tramo de Los Chorros; y la otra, referente al aumento de la tarifa de la autopista Saltillo-Monterrey, lo que indica que Jericó no quiso escalar el conflicto, y optó por seguir trabajando institucionalmente.

Ante esto, los observadores se preguntan ¿Qué pasará? Eso sólo el gran elector lo sabe, pero lo cierto es que Jericó, Manolo y Enrique son los mejores aspirantes que tiene el PRI para contender por la gubernatura, no solo ahora, también después. Y lo son por su juventud, carisma, trabajo desarrollado y por el apoyo y recursos que tienen, pero no deben olvidar que en política lo más importante son los tiempos y las circunstancias, no los méritos de la militancia, porque si eso fuera, nadie podría competir con Arturo Berrueto González, y con otros priistas más.

De todos modos, hay que recordar a Sun Tzu, que asegura: cuando la política falla, sobreviene la guerra, por eso hay que privilegiar la política, cuyas principal arma es la negociación, para ello hay que atenerse a aquella fórmula que diseñó mí generación en aras de resolver las desavenencias entre los mismos: Unidad-crítica-unidad.

Política aldeana

Ya salió otro peine: En la reciente visita que le hizo Hugo Morales Valdés (Presidente de la CDHEC) a uno de los tantos precandidatos gubernamentales de Morena, Ricardo Mejía Berdeja, para ofrecerle cursos de capacitación para los policías, argumentó que dicha propuesta estaba avalada por organismos internacionales de Derechos Humanos, lo que hizo suponer que se refería a la Academia Interamericana de Derechos Humanos que comanda el Magistrado Luis Efrén Ríos, quien fue miembro de “La Burbuja” que lideraba Raúl Sifuentes Guerrero, y de donde también era parte el ahora Subsecretario de Seguridad Pública, Mejía Berdeja.

Pregunta huérfana

¿Será cierto que Eduardo “Guayo” Garza puso en práctica las artimañas que aprendió en la UAdeC para ganar la elección en Canacintra Coahuila Sureste?