- En 2021 más de 4 millones de mexicanos se agregaron a la pobreza.
- Estamos en el marco de una recesión económica.
Jorge Martínez Cedillo.
El receso en que ha entrado la economía mexicana, aunque oficialmente sea negado, no es casual. Son varios los factores que permiten observar que hay estancamiento en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) principal indicador del movimiento de las fuerzas que impulsan o retractan la dinámica productiva y su valor monetario.
México no ha crecido en su economía en este gobierno, a tres años de la gestión en la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador. De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, el año pasado estimó que tendríamos un aumento del PIB, de 6.3 por ciento, mientras que los cálculos del presidente eran en el sentido de que ese índice sería del 6 por ciento.
Por principio, es de señalar que nuestro país se encuentra en un periodo de alta inflación, lo que indica que estamos en un estancamiento económico, con una complicación acompañada de alza notable en los alimentos básicos.
Estamos en el marco de una recesión económica. Esto es bastante malo para México, afectado por una inflación “galopante”, pérdida de empleo, reducción de ingresos de los trabajadores y una pobreza creciente. En 2021 se incorporaron a un estatus de pobreza, más de 4 millones de personas.
Se estima que, en el primer trimestre de 2022, la economía mexicana mostrará reducción del PIB, debido a la baja movilidad económica y la incertidumbre por la pandemia, una política interna en desequilibrio y falta de inversiones nacionales y de origen extranjero.
Hay elementos suficientes para llegar a la conclusión de que el sexenio que le ha tocado gobernar a Andrés Manuel López Obrador, será calificado como el menos preparado en las expectativas de lograr un nivel de vida sin contratiempos para 130 millones de mexicanos.
La inversión pública y privada no han alcanzado, a mitad del sexenio, los índices que den seguridad de empleo a la población económicamente activa, salvo excepción de tres proyectos gubernamentales (sin inversión privada) de este gobierno: Refinería de Dos Bocas, Aeropuerto “Felipe Ángeles” y Tren Maya.
Cabe señalar que, en dos de estas grandes obras, la construcción del aeropuerto y gran parte del Tren Maya, “está metida la mano de obra del Ejército”, de manera que no se consideró la necesidad de crear nuevos empleos, por virtud de que los soldados, oficiales, sargentos, capitanes y generales, ya estaban en nómina.
La pandemia de Coronavirus se ha convertido en el principal argumento de la falta de crecimiento económico de México. Aceptando sin conceder, sí. Pero hay que ver que, llegó al gobierno un aparato burocrático sin experiencia, sin la visión de cómo atacar un virus letal aprendiendo de los gobiernos de países que sí contuvieron los contagios, e incluso cerrando las fronteras, las medidas que finalmente resultaron eficientes mientras se contaba con las vacunas, no arrojaron resultados satisfactorios.
El Fondo Monetario Internacional afirma que la economía mexicana experimentará un crecimiento de los más bajos en 2022. El PIB podría crecer 2.8 por ciento. Se ubicará por debajo del 4.8 esperado para las economías emergentes y en desarrollo, y del 3.9 por ciento previsto para las economías avanzadas.
Respecto de los pronósticos de crecimiento de sus socios comerciales de América del Norte, el FMI estima que serán de 4 por ciento para el PIB de Estados Unidos, y de 4.1 por ciento para Canadá.
Un análisis sobre el comportamiento de la economía mexicana, indica que, en el primer año de gobierno de López Obrador, 2019, el crecimiento económico fue de cero. No creció el PIB. En 2020, calificado como el peor año de la pandemia, hubo un crecimiento negativo, de 8.5 por ciento. En 2021, cifras preliminares pero cercanas a la realidad, indican que el PIB creció 5 puntos porcentuales, con la aclaración de que se traía un rezago de 3.5 puntos del año anterior.
El INEGI dio a conocer que México creció, el año pasado, 2021, al 5 por ciento. Si comparamos estas cifras desde 2018, el crecimiento está todavía en 3.5 por ciento por debajo de enero de 2019.
Sin embargo, debido a la pandemia, en 2020 el PIB tuvo una caída del 8.5 por ciento, lo cual sumado a la décima de punto, de 2019, nos da 8.5 por ciento de caída económica en 2020.
Si los analistas sobre el comportamiento económico de México señalan que este año se estima un crecimiento máximo del 2.2 por ciento, de ser cierto, llegaríamos al 2023, con una baja de siete décimas de crecimiento.
México entró en una etapa de estancamiento económico, no visto desde el sexenio de Miguel de la Madrid, de acuerdo con analistas económicos. Este año se pronostica un estancamiento debido fundamentalmente a la inexperiencia de esta administración.