Dice el viejo refrán que “los carniceros de hoy serán las reses del mañana”. Y sin duda esta sabia sentencia la debió estar recordando El Bronco, en las horas en las que transcurrió su primera noche tras las rejas de un Penal Dos de Apodaca que él mismo remodeló, sin sospechar que muy pronto él sería uno de sus internos.
👉La opinión de Ramón Alberto Garza