José C. Serrano Cuevas.
El origen de la celebración del Día del Maestro comenzó en 1917, cuando un grupo de diputados envió una iniciativa al Congreso de la Unión para reconocer al personal educativo y dignificar su trabajo.
El 27 de septiembre de 1917 a sólo siete meses de haber sido promulgada la Constitución y a cuatro de estar realmente en vigencia, el doctor Enrique Viesca Lobatón, diputado por Coahuila, y el teniente coronel Benito Ramírez García, legislador por Veracruz expusieron en la tribuna del Congreso la iniciativa de rendir un merecido homenaje al magisterio nacional, instituyendo un día al año para festejarlo.
Viesca y Ramírez propusieron como fecha el 15 de mayo, día en que el ejército republicano del general Mariano Escobedo había tomado la ciudad de Querétaro y aprehendido al emperador Maximiliano de Habsburgo, justo 50 años atrás
El 31 de octubre de 1917, el diputado Ciriaco Cruz López, maestro y legislador del Estado de México, hizo uso de la palabra. Su intervención para respaldar tal iniciativa fue tan brillante, que al bajar de la tribuna no tenía oradores que se opusieran. El dictamen fue puesto a votación y aprobado con 128 sufragios a favor y sólo seis en contra. Dos semanas después el Senado ratificó la propuesta.
Una vez que el proyecto fue aprobado en el Senado, el presidente Venustiano Carranza dio el consentimiento y se publicó de forma oficial el 3 de diciembre de 1917. Al año siguiente comenzó la celebración en el Distrito Federal, y posteriormente se unieron otros estados.
Entre 1919 y 1943 se multiplicaron las asociaciones de maestros y, aunque inicialmente no fueron reconocidas como sindicatos, en varios estados surgieron conflictos magisteriales, que llegaron a organizar paros colectivos (con reclamos asociados principalmente a la inestabilidad en el empleo y los bajos e impuntuales pagos de sueldos).
Para sintetizar la historia del asociacionismo magisterial, basta con recordar los nombres de las principales organizaciones con vocación nacional de esa época:
Liga Nacional de Maestros (1919)
Federación Nacional de Maestros (1926)
Confederación Mexicana de Maestros (1932)
Confederación Nacional de Trabajadores de la Educación (1935)
Federación Nacional de Trabajadores de la Educación (1936-1937)
Sindicato de Trabajadores de la Educación de la República Mexicana (1938)
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (1943)
Para entender la relación de interdependencia entre el SNTE y el gobierno federal mexicano hay que recordar que el gremio magisterial se fundó bajo el régimen autócrata y unipartidista que caracterizó a México durante gran parte del siglo XX. El sindicato no sólo nació bajo el gobierno del Partido de la Revolución Mexicana (PRM) -precursor del Partido Revolucionario Institucional (PRI)-, sino que fue creado con el propósito explícito de apoyar al partido en el poder.
La historia del SNTE es en muchos sentidos la historia del sistema político mexicano del siglo pasado y de las dos décadas del siglo XXI.
La dirigencia de dicho gremio ha sido asaltada por caciques impresentables, quienes se han entregado de lleno a las actividades políticas y abandonado la vocación de educadores. El SNTE ha prohijado candidaturas a la Cámara de Diputados, a la Cámara de Senadores, a gubernaturas, presidencias municipales y recomendado a los incondicionales para que ocupen cargos importantes en la administración pública.
El actual secretario general del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, vergonzante coahuilense, antípoda del doctor Enrique Viesca Lobatón, mancha la dignidad de los profesores al tenderse como tapete dispuesto a ser hollado por los zapatos de un tabasqueño empeñado en ningunear a los demás.