Rufino Rodríguez Garza.
Un símbolo que se repite al oriente de la cortina de la Presa Pantalones, es el de un “hongo” que tiene diferentes significados, de acuerdo a quien se trate. Para algunos no es más que un símbolo indefinible, pero sin embargo para otros se trata de un “raspador”.
También se juega con la figura de lo que hablamos en que otras personas “ven”, como lo es una planta (acaso de dos tallos). Los esotéricos se atreven a mencionar que es “un paracaídas de extraterrestres”. Pero hay dos interpretaciones que están un poco más acordes con la realidad; se puede tratar de una “honda”, arma echa para lanzar piedras a distancia y con la cual existe el antecedente de haberse encontrado una en un entierro en la Laguna.
La honda es uno de las armas más antiguas de la humanidad. Consiste básicamente en dos cuerdas o correas en cuyo extremo se sujeta un receptáculo flexible desde el que se dispara un proyectil (fuente Wikipedia). Se dice que con una honda David venció a Goliat.
También sabemos que los mejores honderos en Europa eran los habitantes de las islas Baleares.
En la América antigua tuvieron gran uso y desde nuestro punto de vista, creemos que las representaron en los grabados rupestres.
En Coahuila y partes de Nuevo León existe esta representación en un área bastante delimitada. Este espacio no supera los 500 kilómetros cuadrados y fuera de esta zona desaparece.
En el municipio de Ramos Arizpe podemos encontrarle abundantemente en sitios como: La Falsa, Puerta Grande, Cañón de San José, El Borrado, Sierra Verde, etc. Así como una docena de lugares más.
En el caso de la Presa Pantalones es todo un sitio muy especial, ya que aquí se acumulan diferentes hechuras de diversos tiempos de elaboración los cuales aparecen bien diferenciados. Llegaban y marcaban, se retiraban y a la vuelta de los años, de nuevo volvían a grabar. A esta actividad los arqueólogos le llaman “palimpsestos” y los antiguos cazadores-recolectores grababan sobre grabados ya hechos.
Presa Pantalones se destaca por ser un sitio de grabados múltiples y de diferentes épocas, pero en el mismo sitio.
Algunos de estos símbolos son sencillos, es decir, de uno o dos tirantes; otros grabados tienen la “cabeza ovalada” o semicircular con sus respectivos tirantes, tanto curvas como rectas, con ojillos o sin ellos. Algunos otros son combinados con “cabeza redondeada” y/o “ovalada”, pero con un arco en los tirantes, o dobles con un tirante y dos prolongaciones más.
Los hay muy estilizados como el de “cabeza” gruesa, casi circular con sus dos tirantes, pero éstos con sendos círculos en la parte baja de los tirantes.
Llama la atención uno con su tirante recto y el otro ondulado con ojillos al final y adornado con círculos en la parte media.
Los hay grandes con ojillos abiertos al final de los tirantes, mide medio metro de altura y la “cabeza” de cuarenta centímetros de ancho, totalmente rellena y junto a ella una huella de venado.
Suele uno encontrar más “hongos” bastante raros, pero ellos siguen el mismo patrón; por ejemplo, existe uno que la “cabeza” está separada de los tirantes, otro con “cabeza” ovalada, los dos tirantes normales que terminan en círculos grandes rellenos y un tercer tirante en la parte central y de menor tamaño.
Se observan también otros con el tirante derecho completo y el izquierdo solo empezado, otro con la “cabeza” aplastada y de los extremos aparecen los tirantes cortos. Algunos están junto a proyectiles y astas.
En este tablero llama la atención uno con los tirantes punteados, otro con tirante derecho recto y el izquierdo quebrado.
En la parte oriente de la presa, a partir de la cortina pude contabilizar más de 50 hongos. Al caminar un poco más hacia el oriente la loma da un giro hacia el norte y siguen apareciendo más de estos símbolos.
Para finalizar esta nota diremos que esa figura, desde nuestro personal punto de vista, es una representación territorial.
