Ya no le busquen, Manolo Jiménez y Mejía Berdeja serán los buenos

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Carlos Padilla Muñoz.

NO SE TRATA de ver las consultas oficiales, tampoco hacerle caso a toda basura de las consultas a modo que invaden las redes sociales, bueno ni siquiera lo que dice la vox populi, hay que llegar más adentro de las entrañas gubernamentales para saber quiénes diputarán la gubernatura de Coahuila, uno de los dos últimos bastiones del PRI a nivel nacional y donde Alito se juega el pellejo y su carrera política…

Vayamos por partes, como dijo Jack El Destripador. De los precandidatos del partido Morena, nadie tiene las facilidades y caricias presidenciales como el Subsecretario de Seguridad Nacional, Ricardo Mejo Berdeja.

Es el hombre que está siendo llevado de la mano del presidente Andrés Manuel López Obrador desde las mañaneras, mejor que a Claudia Sheinbaum, Ricardo va primeros a los comicios y es prioridad en Palacio Nacional.

Mejía Berdeja y Manolo Jimenez

 Desde hace algunos meses, el presidente decidió que su subsecretario de Seguridad sea el candidato para la gubernatura de Coahuila por Morena y posiblemente una alianza con otros partidos. De ahí que la carrera electoral en Morena se haya intensificado, sin perder la figura de una selección democrática mediante la consulta popular, ya que nadie cree que se vaya hacer de esta forma, solo los ilusos precandidatos. La decisión ya se dio desde Palacio Nacional y se dejará que siga la misma zaga morenista.

Las posibilidades del Senador Armando Guadiana Tijerina se enfriaron desde hace dos años, ya desde entonces el presidente ya no lo saluda en los actos públicos, y eso de que te nieguen el saludo en actos públicos delante de funcionarios de primer nivel y políticos, se siente feo.

Además, el empresario carbonero ha sido balconeado constantemente como ahora que se dice, y con mucha razón y lógica, que es dueño del pozo donde están atrapados diez mineros y que seguramente ya no saldrán con vida.

El senador Guadiana no ha sabido tejer fino una precampaña, cree que con tener algunos medios que le quemen incienso de vez en cuando es suficiente, tanto en el estado como a nivel nacional, además de que ha sido víctima del fuego amigo, sin negar los errores, como el haber mandado a incondicionales a golpear a periodistas en una asamblea en el ejido Pozo de Calvo, municipio de Torreón, donde existe denuncia penal y seguramente será citado por la Fiscalía del Estado para que rinda declaración y explique las acusaciones o se desligue de las gentes que andan creando problemas en su nombre como un seudo líder de nombre Javier Marrufo, quien se ostenta como representante del Senado a través de Guadiana, aunque en realidad no representa ni a su familia.

De Luis Fernando Salazar poco se puede escribir, en realidad su patrimonio político se reduce a haber sido del PAN, hijo de Carmiña, una brava panista que encabezó aquel grupo de Mujeres por Torreón, que le sacó canas verdes al exalcalde desaparecido Mariano López Mercado.

Luis Fernando conocido como el niño azul por aquello que “El Hoolinag, por aquello de sus locuras políticas juveniles y últimamente como El Chico de Barrio. Por aquello de que quiere darse baños de pueblo, pero ni así repunta en sus encuestas que manda hacer a modo.

Los otros precandidatos como Miroslava Sánchez, José Ángel Pérez y Reyes Hurtado, son excelentes elementos para una alcaldía en la Laguna, pero el tiroteo ahora por la gubernatura será de grueso calibre.

ASI que ni siquiera es necesario recurrir a los pitonisos, la Bruja Mayor de Matamoros y los analistas po0liticos, para darse cuentas que todo está listo para que sea Ricardo Mejía Berdeja el ungido por el Preciso, para que trate de ganar Coahuila con Morena solo o en alianza.

Se aprovecharán los errores cometidos en Durango con Marina Vitela y se utilizará toda la artillería pesada, léase programas, pensiones, becas y demás programas lopezobradoristas para ganar los votos duros, aparte de lo que venga mediante la campaña que pueda hacer el subsecretario de Seguridad que ya traer verdaderos expertos en materia electoral como Jorge Luis Morán, Víctor Ortiz y otros políticos con colmillo muy retorcido.

Manolo tiene el apoyo de Riquelme

Por su parte, la candidatura por el PRI solo o en alianza, está siendo fabricada a la medida del Subsecretario de Desarrollo Social y Vinculación del Estado, Manolo Jiménez, nieto de Luis Horacio Salinas, un político muy influyente en Coahuila, sobre todo con Óscar Flores Tapia y José de la Fuentes Rodríguez.

Manolo cuenta con el apoyo incondicional del Gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, a quien se le encomendará proseguir con la política del gobernador lagunero, además como alcalde de Saltillo fue calificado como uno de los mejores en el país, joven, carismático y sin escándalos políticos, que en esto es la muerte.

Sin embargo, el PRI Estatal a través de su dirigente, Rigo Fuentes, anunció una consulta abierta donde también están apuntados el alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda González, quien también podría ser una buena carta para el hasta ahora invencible en Coahuila.

Román Alberto ha sido diputado local, Secretario del Trabajo y empleo en Coahuila y ha ocupado otros puestos importantes, carismático y con buen ritmo hasta ahorita al frente de Torreón, donde la administración panista de Jorge Zermeño, dejó deudas por encima de los dos mil millones de pesos.

El que también levantó la mano fue el diputado rebelde Jericó Abramo Masso, quien no tiene otro mérito que haber sido un alcalde regular de Saltillo y ahora legislador gris.

También se habla de Chema Frausto, alcalde de Saltillo, que podría ser un as bajo la manga si las cosas se ponen difíciles en eso de la elección, que creemos que será de mero trámite, porque ya se tomó la decisión desde el Palacio Rosa en Saltillo.

Choque de trenes

Ahora imaginemos cómo será la contienda entre Manolo y Ricardo. Será una lucha entre la Presidencia de la República contra el Gobierno de Coahuila, una contienda entre PRI y su posible alianza contra el partido dominante Morena que quiere todas las canicas del país. Además una lucha de dos políticos muy experimentados y bien posicionados, donde se escribirá la historia de un presidente que quiere pintar todo el país de guinda, porque ya le fastidio el rojo y el azul, aunque curiosamente, rojo y azul nos da morado, guinda o violeta.