José Guadalupe Robledo Guerrero.
Se ha escrito en diversos espacios de Coahuila, que la elección para gobernador de Coahuila que se efectuará el 4 de junio de 2023, será una contienda entre el presidente López Obrador y el gobernador Riquelme Solís. Dicha apreciación no se sabe si es objetiva o tendenciosa, lo cierto es que el cuasi candidato de Morena, Ricardo Mejía Berdeja, ha insistido en señalar al mandatario coahuilense como su enemigo a vencer (no adversario), acusándolo sin más datos de corrupto.
También es verdad, que a Miguel Ángel Riquelme hasta ahora no se le ha acusado de algún delito de peculado, y en una sociedad tan comunicativa como es la coahuilense algo se sabría… a menos que haya “otros datos”, como acostumbra responder AMLO a las verdades que se dicen sobre la corrupción, dejadez, ignorancia y pactos inconfesables de los morenistas y del propio presidente.
Recién acaban de atrapar a cinco gatilleros del Cártel del Noreste en el municipio de Progreso, quienes de acuerdo a sus declaraciones, pretendían desestabilizar o “calentar la plaza” como ellos le llaman a sus actividades de terror y criminalidad, a sabiendas de que está por iniciar el proceso electoral en Coahuila para elegir al próximo gobernador. Según el mandatario coahuilense “querían un poquito alborotar la gallera y hacer algo de desorden”, dicho de tal manera para no causar pánico entre la población.
Apenas se habían frustrado estas actividades delictivas, cuando el viernes pasado se supo que en Nuevo Laredo habían secuestrado al alcalde de Guerrero, Coahuila, Mario Cedillo Delgado, a su familia y a miembros de su gabinete, quienes afortunadamente fueron liberados en menos de 24 horas. En un mensaje por internet, el gobernador Riquelme informó al momento de escribir este comentario: “He sido informado por el Fiscal General de Coahuila, Gerardo Márquez, que el alcalde Mario Cedillo y las personas con las que viajaban por Tamaulipas han sido liberadas”.
En un comunicado de ayer sábado, el gobierno de Coahuila reconoció: “Se mantuvo un trabajo coordinado del Gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís con autoridades federales, entre ellos, el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López; y los Secretarios de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, y de la Marina, José Rafael Ojeda, así como del Gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal y de las corporaciones de seguridad de Coahuila”.
En el estado de México, que al igual que Coahuila tendrá elecciones para gobernador en 2023, también están sucediendo eventos similares para causar terror a la población y desestabilizar a las autoridades. Allá en EDOMEX, la modalidad criminal de “calentamiento de la plaza” es secuestrar a niños de las manos de la madre a plena luz del día, esto ha sucedido en los últimos días en Netzahualcóyotl y en Huehuetoca, Estado de México.
En Coahuila se ha sabido, que reiteradamente las fuerzas del orden han evitado que los delincuentes del crimen organizado ingresen al estado. Quizás por todo esto, el gobernador Riquelme ha insistido: “No permitiremos que la delincuencia regrese a Coahuila”.
Pero Miguel Ángel Riquelme parece estar solo, ningún murmullo de los grupos sociales se ha escuchado apoyando al gobernador en su lucha por mantener la seguridad. Hasta hoy, las Cámaras patronales, los sindicatos, las iglesias, las ONG’s, los legisladores, las universidades, los funcionarios públicos y los alcaldes de los 32 municipios coahuilenses se han mantenido callados, como “mirones de palo”, a pesar de que ya sabemos en Coahuila lo que representa la acción del crimen organizado en nuestras ciudades y pueblos. Ya los tuvimos en nuestro territorio, y de eso hay experiencias y recuerdos que nadie quiere que se repitan.
Bien harían, los sectores sociales en pronunciarse en respaldo del gobernador, pues ya está claro que sin seguridad, además del terror, ninguna actividad se desarrolla con libertad. Debemos mantener a nuestro estado con los índices positivos que actualmente tiene en seguridad pública.
Política aldeana
Los documentos de la Sedena hackeados por el grupo Guacamaya siguen saliendo a la luz pública en forma dosificada, cada día se sabe lo que los archivos militares contenían. En esta semana que está por terminar se dio a conocer que hay 70 grupos criminales, responsables de la violencia y demás delitos, en Veracruz, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. También se dio a conocer, que la milicia monitorea el ambiente político en Coahuila, y advierten que el despliegue de fuerzas de seguridad ordenado por el gobernador de Coahuila, pudiera beneficiar al PRI. Otro de los informes, es que los militares saben que expilotos de la Sedena tienen nexos con los narcos, y actúan con toda libertad para realizar el trasiego de la droga. En otra nota filtrada, se presume que el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo, tiene vínculos con el crimen organizado. Los analistas piensan, que en cualquier país democrático, con solo uno de los tantos datos hackeados que se han dado a conocer, el gobierno estuviera preocupado o tambaleándose, pero en México no. AMLO se mofa de la situación, a pesar de que él mismo confirmó el hackeo y por lo tanto la veracidad de los archivos. Otra vez ¡Pobre México!
Preguntas Huérfanas
¿Hasta cuándo devengará su generoso sueldo el Fiscal Anticorrupción de Coahuila, Jesús Homero Flores Mier, y denuncia a uno de los tantos corruptos que han hecho de las suyas durante su periodo de funcionario?
¿Cuándo se actuará en contra del alcalde de Frontera, Coahuila, Roberto Clemente Piña Amaya?
