- Se habla que el presidente se infartó después de que la SCJN le tumbó la reforma de la Guardia Nacional.
Carlos Padilla Muñoz.
NO cabe duda que le pegó fuerte al presidente López Obrador la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para invalidar las reformas a las leyes y la Constitución al incorporar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional en forma operativa y administrativa. Se habla de que el ejecutivo sufrió otro infarto, aunque el informe oficial habla de un ataque de Covid en plena gira.
El divorcio muy marcado entre el Presidente de la República y la Suprema Corte de Justicia de la Nación comandada por la magistrada Presidenta Norma Lucía Piña Hernández, ha sido en gran parte que la salud del ejecutivo morenista se haya desmejorado en los últimos días.
López Obrador no esperaba que la Suprema Corte bajara de tajo los amarres jurídicos, para dejar que sea la Secretaría de Seguridad Pública a cargo de Rosa Icela Rodríguez la que se encargue de manejar administrativamente y operativa la Guardia Nacional y se convierta prácticamente en Policía Civil, como la antigua Policía Judicial creada en la administración del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Andrés Manuel López Obrador conjuntó al Ejército y la Guardia Nacional en una maniobra para militarizar prácticamente el país, al mero estilo de los países suramericanos con gobiernos dictatoriales. Un Gobierno que maneja las fuerzas militares, difícilmente podría tener un golpe de estado, aunque hay sus excepciones como ocurrió recientemente en Perú.
Países como Nicaragua, Cuba y Venezuela, donde tienen gobiernos militares, mantienen un clima de control de los ciudadanos, solo hay medios de comunicación y partidos políticos oficiales y una legislación a modo.
A Andrés Manuel López Obrador se le acaba el tiempo para amarrar al país, antes de los comicios que habrán de decidir si hay continuidad de la izquierda morenista o se registra una alternancia con un gobierno emanado de la alianza entre el PRI, PAN, PRD y posiblemente algunos de los partidos morralla como el Verde Ecologista y Movimiento Ciudadano, en el caso de que no se lance a Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo del malogrado ex candidato asesinado en Lomas Taurinas en 1994.
El presidente López Obrador, acostumbrado ya a manejar al país políticamente, sufrió un fuerte descalabro con la decisión de los 8 magistrados de la Suprema Corte que no están controlados por la Presidencia. Solo tres magistrados esbirros, votaron a favor de la política de López Obrador, entre ellos el magistrado Arturo Saldívar Lelo de Larrea ex presidente de la Suprema Corte y la magistrada patito, por aquello de que plagió su tesis y estuvo a punto de perder su título en la UNAM, Jazmín Esquivel, lo que le impidió ocupar la Presidencia de la SCJN.
AMLO no se cansó de atacar por más de una semana a los magistrados que votaron para bajar la ley de la Guardia Nacional, hasta de traidores a la patria fueron calificados en las mañaneras, Y así será por muchos días, al estilo del presidente que ha construido un gobierno muy parecido a una dictadura.
Fue tal el impacto en la salud del presidente, tremendo descalabro jurídico, que se habla de un infarto en plena gira presidencial por el sureste, y que la Presidencia y el propio presidente han anunciado que se trata de un contagio de Covid, tercero en la presente administración para el ejecutivo.
Han sido varios desencuentros los que ha sufrido López Obrador, aparte de lo de la Guardia Nacional. La denuncia de los viajes del secretario de la Defensa Nacional, General Luis Crescencio Sandoval, a países europeos con aviones de la Sedena y la Fuerza Aérea, todos con cargo al Presupuesto y acompañado de sus familiares y asistentes.
Otro de los puntos preocupantes para López Obrador, fue la renovación del Instituto Nacional Electoral, plataforma electoral para conseguir la continuidad a través de su partido Morena. AMLO logró apoderarse del INE a través de la presidenta Guadalupe Taddei Zavala, cercana al gobierno morenista, así como los principales consejeros y funcionarios, lo que alivia la preocupación del gobernante que por ahora controla también el poder legislativo y el aparato electoral, que le había dado muchos dolores de cabeza con Lorenzo Córdova y Ciro Murayama a la cabeza.
La Compra de 14 plantas productoras de energía eléctrica, que fue controvertida y criticada por la prensa y algunos partidos políticos y sectores empresariales. El asunto de la inoperancia del INAI, es otro punto neurálgico para la salud física y sicológica del presidente.
En las redes sociales el Presidente de la República posteo, Nuevamente por tercera vez Salí positivo de Covid, no es nada grave, mi corazón está al cien, estaré fuera unos días, el Secretario de Gobernación se hará cargo de las mañaneras, esta mañana del lunes 26 fue dirigida por Adán Augusto López.
Rabanito fue el bufón
Durante los primeros debates entre los cuatro candidatos a la gubernatura de Coahuila, el candidato de Morena, Armando Guadiana Tijerina se convirtió en el factor chusco, con lo que ganó el mote del payaso Rabanito, sucesor de los bufones carperos que recorrían los pueblos. Guadiana, sin propuestas, se encargó de descargar en forma chusca a su estilo, ataques contra Manolo Jiménez, candidato del PRI, PAN y PRD, así como de Ricardo Mejía Berdeja del PT y Lenin Pérez de la UDC y Verde Ecologista.
Mejía Berdeja se enfrascó en una campal a dos de tres caídas con Guadiana, con denuncias como aquella de la detención del candidato morenista en el Penal de Topo Chico en Nuevo León por fraude millonario y otros delitos. Mejía esquivó la denuncia de que había firmado contrato con la empresa de seguridad privada en el albergue de Ciudad Juárez donde murieron más de 40 migrantes en un incendio.
Manolo Jiménez, bajo la premisa de que presentaría una propuesta para la ciudadanía por cada ataque que recibía. Aunque ciertamente se trataba de un combate verbal, el candidato priista se dedicó a presentar propuestas muy interesantes. El formato presentado en el Primer Debate por el IEC no puso reglas claras para que se llevara a cabo un debate sobre propuestas de problemas como el Agua, Seguridad, Economía, Inflación, Inversión y educación entre otros puntos. Los debates no necesariamente debe ser una andanada de insultos y agresiones personales para los participantes. Los debates también pueden ser combates verbales con categoría y decencia.
Esto de los debates viene de años atrás a nivel nacional. No hay que confundir la política con las agresiones e insultos.
