¿QUIÉN MATÓ A VILLA?

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Fernando Rangel de León.

             Mientras viviera el General Francisco Villa, quienes se apoderaron de la Revolución, y la hicieron suya, Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, no estaban tranquilos porque Villa había sentenciado que si en las elecciones para la Presidencia de la República, en 1924, no se respetaba la voluntad del pueblo, que él podía juntar 40 mil hombres, en 40 minutos; y el Caudillo de la Revolución y el Jefe Máximo de la Revolución, respectivamente, sabían muy bien que ellos iban a imponer a sus “títeres” como primeros mandatarios del país, a quien ellos querían sin tomar en cuenta para nada la voluntad del pueblo; y así, el último, impuso a Emilio Portes Gil,  a Pascual Ortiz Rubio, haciéndole fraude electoral a José Vasconcelos; y después de hacerlo renunciar dejó en su lugar a Abelardo L. Rodríguez; topándose con pared con el General Lázaro Cárdenas, quien lo exilió a Estados Unidos.

General Francisco Villa

            Esas fueron las causas verdaderas del magnicidio de Francisco Villa, el 20 de julio de 1923, en Hidalgo del Parral, Chihuahua; que sus detractores quieren hacer creer que lo cometieron generales y otras personas agraviadas por el Centauro del Norte; inclusive el matón Jesús Salas Barraza, se echó la culpa como el único autor intelectual y material, ante el Presidente Álvaro Obregón; habiendo sido sentenciado a 70 años de prisión; indultándolo el Manco de Celaya, en 1924, por lo que estuvo preso solo pocos meses, y haciéndolo gobernador del estado de Durango, aunque haya sido por unos días; lo que evidenció que el autor intelectual del magnicidio fue Álvaro Obregón; quien a los pocos 5 años fue asesinado por Plutarco Elías Calle; dándose el refrán de que el que “a hierro mata, a hierro muere”; máxime que ya debía el asesinato de Venustiano Carranza, en Tlaxcalantongo, Puebla, en 1921; para poder llegar a la Presidencia de la República.

            Por eso, el líder eterno de la Confederación de Trabajadores de México CTM, Fidel Velázquez Sánchez, quien era un factótum de la política del PRI, en los últimos años de su vida declaró que así como habían llegado con las armas al poder, que solo así podían sacarlos; lo que fue desmentido por el pueblo en las elecciones presidenciales de 2000 y de 2018, que los sacó con los votos; por lo que ya no hay necesidad de matar a los políticos.