POR QUÉ COAHUILA SÍ Y DURANGO NO

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Fernando Rangel de León.

Estos últimos seis años las carreteras de Coahuila, han sido seguras para quienes circulamos por ellas a bordo de vehículos; pudiendo ir de un lado a otro por los caminos, las carreteras libres o por autopistas y pararse en algún punto, y no sufrir atentado alguno, durante las 24 horas; esperando sigan siéndolo con el flamante gobernador Manolo Jiménez Salinas, para lo que tiene todo el apoyo de todos los coahuilenses.

En cambio en el estado de Durango, sobre todo en el tramo libre de ciudad Lerdo, a la caseta de León Guzmán, para viajar por la autopista, últimamente está infestado de asaltantes a mano armada que aprovecha las paradas en establecimientos para secuestrar momentáneamente a los ocupantes de los vehículos, y robárselos con violencia; como nos sucedió a mi hijo Cuauhtémoc Rangel Gutiérrez y al que esto escribe el pasado 7 de diciembre, en las afueras del OXXO que está antes de llegar a dicha caseta de cobro.

Inmediatamente que avisamos al 911, de lo sucedido, hicieron acto de presencia patrullas municipales, estatales y una de la Guardia Nacional, a quienes les pedimos que persiguieran a los tres individuos que unos minutos antes empuñándonos con sus pistolas, nos privaron momentáneamente de nuestra libertad y luego nos bajaron para llevarse la camioneta en que viajábamos a la ciudad de Durango, por motivos profesionales; una marca Chirey, modelo 2023, color durazno o guinda.

Ninguna de las patrullas persiguió a los delincuentes que porque necesitaban la denuncia; haciéndoles ver nosotros que no se requería por ser delitos graves que se persiguen de oficio y que además todavía estaban en flagrancia; pues este concepto ya lo amplió la ley de que “agarrarlos con las manos en la masa”, no necesariamente es aprehenderlos en el preciso momento del hecho, sino también inmediatamente que lo cometieron si los delincuentes tienen en su poder el botín.

Fue hasta que regresamos de Durango, que fuimos a la Vice Fiscalía en Lerdo, donde nos informaron que para recibir nuestra denuncia necesitábamos comprobante de domicilio, factura y otros requisitos más, que de momento no traíamos; por lo que tuvimos que regresar hasta el día siguiente viernes 8 de diciembre; habiendo transcurrido ya 8 días desde entonces sin que hayan dado con el paradero de los delincuentes y de la camioneta.

 Pero ¿por qué en Coahuila, sí hay seguridad pública y en Durango no? Pues porque el gobernador saliente Miguel Ángel Riquelme Solís, se propuso erradicar la inseguridad pública en todo el estado. Pero ¿por qué? Porque el Ingeniero Riquelme, quiso que para el bienestar de los coahuilenses la entidad tuviera inversiones nacionales y extranjeras; para lo que los inversores ponen como condición la seguridad pública.

Por eso no hay inversión en Durango; pues al gobernador Esteban Villegas, no le interesa el bienestar de los duranguenses y deja a las bandas de delincuentes que actúen con toda impunidad en la entidad.

Pero si al gobernador de Durango no le interesa la seguridad pública y la inversión, a quien sí debe de interesarle es al Gobierno de México, y flexibilizando su lema de “¡Abrazos, no balazos!”, debe de añadir: la aplicación inmediata de la ley por parte de los funcionarios policiacos; para no verse rebasados por la población como acaba de ocurrir en Texcaltitlán, Estado de México, donde los extorsionados tuvieron que impedir que los extorsionadores les siguieran cobrando las cuotas de “derecho de piso”, haciéndose justicia por propia mano, dándole muerte a 13 de ellos.