AMLO FRACASÓ, SOLO LE QUEDA LA DEMAGOGIA

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Jorge Arturo Estrada García.

“Los malos gobernantes son elegidos por los buenos ciudadanos que no votan.”
George Jean Nathan.

Para el populista es importante destruir el concepto de gobierno limitado e instalar la idea que el voto mayoritario da derecho a violar los derechos individuales de sectores minoritarios.”
Roberto Cachanosky.

El sexenio se acaba. El poder se extingue. El presidente endurece sus acciones y sus palabras. Se siente acosado. No retrocede, y embiste con más fuerza. Tal vez con sus últimas reservas de energía. Del extranjero lo aprietan. México y su mandatario, quedarán bajo fuego en la contienda estadounidense. López Obrador sembró tormentas y cosecha tempestades. Medio país lo rechaza, la otra mitad lo apoya, aún. Vienen meses tempestuosos. La clase política mexicana apesta. Los ciudadanos deberemos salir a votar masivamente. Tal vez, por el menos peor. Habrá más de 20 mil puestos por elegir en las 32 entidades, en total. El gobierno de Andrés Manuel fracasó y solamente le queda la demagogia.

En la actualidad, AMLO, será combatido en varios frentes. AMLO debe cumplir con contener la migración y el contrabando de fentanilo hacia Estados Unidos.  Trump lo usará como piñata, otra vez. Mientras Biden lo presiona con filtraciones explosivas, de esas que van dejando marcas, que tiznan. Por el momento las cosas se le salieron de control. Y, los vecinos del norte, no le permitirán que les estorbe en sus contiendas. En ambos países, estará en juego la presidencia en el 2024. En México en junio, y en el vecino país en noviembre.

En la política mexicana no hay ideologías. La clase política se ha corrompido. Morena es el partido en el poder, en 22 estados más el gobierno federal, y está integrado por exprianistasprd. Son políticos que abandonaron a sus partidos buscando impunidades y más cargos públicos. El rey del cash ya es legendario, los fue recolectando en cada rincón del país durante más de una década. Su política de abrazos y no balazos también quedará registrada. El récord de más de 180 mil homicidios y la pérdida de enormes sectores del país, a manos de grupos delincuenciales, también forman parte de la historia del gobierno del tabasqueño.

La defensa de la democracia, que se construyó lentamente durante 40 años, correrá a cargo de los ciudadanos y sus votos el próximo 2 de junio. Los escenarios se perciben complicados. El presidente sigue siendo el político más poderoso del país, pese a su desprestigio. López Obrador se apropió de todo. La verdad es la suya y la dicta cada día en la mañanera. Y, así, debe ser publicada, de otra forma será rebatida y combatida. La crítica es sistemáticamente insultada y, en ocasiones, reprimida.

La verdad ya no es libre. Así, muchos medios tradicionales, terminaron sucumbiendo ante el poderío del presidente y la debilidad de su modelo de negocio. En cinco años, han ido perdiendo, o vieron reducidos los enormes contratos publicitarios con el gobierno federal, el de la ciudad de México, el del Edomex y los estados morenistas; lo mismo sucede con los institutos y empresas gubernamentales. La publicidad comercial y la circulación de ediciones impresas ya no alcanzan para mantenerlos viables.

De esta forma, cada día, solamente sobreviven reducidos espacios para opiniones críticas. El presidente domina todos los presupuestos morenistas para medios. Los asigna, recorta y los poda. La cuarta transformación premia, enriquece y genera nuevas alternativas noticiosas oficialistas. Al estilo el viejo PRI.

Así, en situaciones similares, quedaron las empresas demoscópicas. Entonces, ahora se sirven encuestas cuchareadas, que generan mayor incertidumbre y que forman parte de la estrategia morenista, de alentar el abstencionismo, generando la percepción de que Claudia Sheinbaum arrasará y que eso es irremediable.

A lo largo de su sexenio, López Obrador, gobierna con la mirada en el pasado. Así, regresamos a tener un gobierno que quiere convertirse en dueño de empresas y apropiarse de sectores. Con un cuarto sector militar como puntal, junto al popular, al obrero y al campesino. Como el viejísimo PNR de Plutarco Elías Calles.

 En lo político Morena domina. El Partido Revolucionario Institucional se extingue. Está tomado por la dirigencia y funciona como una agencia de colocaciones para obtener votos legislativos que les permitan negociar, impunidades en muchos casos. Ya solamente pueden ganar elecciones en alianza con Acción Nacional, como pasó en Coahuila. Por su parte, el PAN se quedó estancado. Al igual que el tricolor, en muchos lugares solamente aliado puede competirle a Morena.

 Las campañas tratan básicamente de enjuiciar a los gobernantes. En la política y la propaganda, el dinero manda. El presidente lo sabe a la perfección, entonces, lo acumula para sus asuntos, sus elecciones, y simultáneamente lo recorta a sus adversarios.  Va estrangulando programas, servicios y calidad de vida.

A lo largo de su sexenio, él destruye el precario estado de bienestar.  No hay ni vacunas, ni medicinas ni mayor capacidad hospitalaria. El sector salud está centralizado. La mega farmacia es una fachada ridícula. La inseguridad domina territorios y destruye comunidades y familias. Persisten los abrazos y aumentan los balazos. Es un presidente derrochador que construye proyectos ruinosos, los gobiernos son pésimos empresarios. La muestra palpable son Pemex y la CFE.

López Obrador heredará un país inseguro. Con un millón de tumbas en exceso, de mexicanos que no debieron morir. La clase política mexicana apesta. Por lo tanto, los ciudadanos deberán participar masivamente en la jornada electoral. Será un duelo entre votantes acarreables y no acarreables. Será una fecha histórica para la democracia mexicana. Deberemos aprender a participar en política y a buscar informarnos verazmente, en la jungla del internet, tan poblada de fake news. Deberemos involucrarnos y acudir masivamente a las urnas. Los escenarios son interesantes. Veremos.