Luis Fernando Hernández González.
1.- En estos tiempos en que la sociedad mexicana define sus apreciaciones y proyectos de vida en una arena turbulenta de controversias fangosas, surge en todo momento la acusación y el denuesto entre los adversarios en una competencia que solo da muestras de una gran ambición por la búsqueda del poder, al atacarse en forma soez y descarnada los unos a los otros, sin importar la destrucción emocional en el que se acentúan los antivalores en una sociedad en proceso de maduración civil, que abone a una modernidad y genere el fortalecimiento social ciudadana de este México del siglo XXI.
2.- Los morados atacan sin piedad a los azules, a los rojos, a los amarillos y por igual lo hacen los negros, los verdes y actúan de igual forma los naranjas, en sus comportamientos cobra fuerza y preponderancia la exhibición, el insulto y la degradación, como sutiles armas y elementos de combate en una contienda que solo denigra en su conjunto a la especie humana y a una escasez política que dé sentido a la superación de un pueblo, por enfrentar los graves flagelos que le aquejan y que lo irreversible del tiempo exige como sociedad resolver.
3.- La indignidad en la sociedad busca mediante simulaciones, embustes y dádivas, alejar a los ciudadanos de sus verdaderas responsabilidades, para que cada una de las personas y familias den impulso a sus sueños y esperanzas de esfuerzo por construir de manera voluntaria, que les haga tener una real posibilidad de mejorar y trascender en la vida, mediante la cultura, la preparación el esfuerzo, la responsabilidad y el trabajo.
3.- Surge por consecuencia el sentido de lo que es la dignidad en las personas, el cual se soporta en el valor inherente que tienen todo ser humano por el mero hecho de serlo. No depende de ninguna persona u organización, mucho menos de extorsión física o política, sino que es consustancial a la humanidad, sin distinción de sexo, raza, religión, edad u orientación sexual.
4.- Además, es irrenunciable e inalienable, lo que significa que forma parte siempre de la condición humana misma. En resumen, la dignidad humana es un principio universal que reconoce el valor intrínseco e inalienable de todas las personas, y debe ser protegido y respetado en todas las áreas de la vida. Es un concepto fundamental en la ética y en la ley, y su aplicación es esencial para crear una sociedad justa y equitativa. La protección de la dignidad humana es crucial para garantizar que todos los seres humanos sean tratados con respeto y justicia por el estado.
5.- Los distintos estudios subrayan que la dignidad se basa en el respeto y la estima que una persona tiene de sí misma y es merecedora de ese respeto en el conjunto social.
6.- La dignidad describe la conciencia de los valores inviolables, los derechos humanos y las directrices necesarias. La libertad y la dignidad humana son conceptos fundamentales en la sociedad moderna.
7.- Debemos apuntar que este sencillo trabajo solo pretende generar una serie de reflexiones iniciales sobre la idea de la dignidad humana, que de alguna manera nos permitan señalar a su conceptualización y el respeto a este concepto en nuestra vida democrática, política y social que nos merecemos como nación y como sociedad, instrumento táctico que sirva para clarificar los conflictos y dilemas que se están presentando en distintos ámbitos de la vida social y en particular hoy en día en la vida política del país..
8.- Hoy la lucha social radica en el vencer la indiferencia que es la antipatía por la política, en donde el ciudadano sea responsable de sus derechos y de esta forma asumir sus obligaciones que le conciernen como elemento integrante de una sociedad en la cual está inmerso, y sus actos le benefician o afectan en consecuencia a él o a su familia en sociedad
9.- Resumimos que la conciencia ciudadana que hoy se busca en México con la participación política en proceso que hoy en día se ventila en la conciencia ciudadana, se finca es la comprensión de los deberes y derechos de los ciudadanos de un país, que se traduce en el comportamiento responsable y armónico de las comunidades, que de manera voluntaria se convierten en guardianes del fiel cumplimiento de las leyes y principios que regulan y garantizan la equidad social, el desarrollo social y económico del entorno y la seguridad ciudadana que se manifiesta en la paz social que aspiramos vivir para generar un ambiente saludable en el vivir ciudadano.
10.- Dadas las condiciones prevalecientes hoy en día en el país, nos corresponde a todos participar para implementar un estado de derecho donde las leyes, normas, códigos, reglamentos vigentes y las normativas y resoluciones de las entidades públicas constituyan las normas y los principios que invariablemente rijan el comportamiento ciudadano, desde el presidente de la nación, ministros de la corte, miembros del poder legislativo de la nación, hasta el más humilde de los habitantes del país tengan sentido de responsabilidad y obligaciones ante el estado de derecho que nos rige como sociedad.
¡Cuida tu voto y ejerce tu libertad, nunca la pierdas!