Amaranta Madrigal.
Justo…
Cuando el quebranto empezaba a ajar el alma
cuando el lamento partía en mil la calma
y el peor silencio a la noche amordazaba…
El cielo solidario se apiadó
enviando un ángel para cesar mi agobio:
Nace un arrobo del nido de sus manos
arropado en su sagrado amor.
Muere un sofoco ahogado entre sus cantos
desaparece en su entonado loor.
Con su sonrisa detiene mi desmayo
y su palabra me eleva en esplendor.
Con su presencia se enciende mi entusiasmo
su compañía alivia mi dolor.
Justo…
Cuando encallada moría la esperanza
cuando empezaba a deshidratarse el agua
entre la arena el aliento se esfumaba
en verdugo insomnio, en un calvario lar.
Lanzan los Dioses amor en resplandor
en un diamante portando un Grand Slam
resucitando mi vida fallecida
alegrando mis días, mon amant.
