Ciudad de México, 02/10/24 (Más / IA).- La decisión de cuándo cambiar un celular no depende únicamente de modas o la llegada de nuevos modelos al mercado, sino de aspectos clave que afectan la funcionalidad y la seguridad de los dispositivos.
En los últimos años, el precio de los teléfonos ha aumentado considerablemente, y con ello disminuyen las ganas de comprar un equipo nuevo. Sin embargo, los expertos advierten que es crucial reemplazarlo cuando su tiempo de vida útil ha terminado, especialmente por razones de ciberseguridad.
Hugo Werner, vicepresidente regional para América Latina de la empresa de ciberseguridad Akamai, explicó que el momento indicado para cambiar de celular no depende solamente de que el dispositivo ya no funcione físicamente sino que, sobre todo, está relacionado con la capacidad del equipo para recibir actualizaciones del sistema operativo. Ya sea Android o iOS, cuando un dispositivo deja de ser compatible con las versiones más recientes, se convierte en un blanco más fácil para los ciberataques.
El experto en ciberseguridad señala que, aunque puedas hacer llamadas con tu teléfono, enviar mensajes o usar aplicaciones, en el momento en que ya no reciba actualizaciones se vuelve vulnerable. Esto ocurre porque los dispositivos que no son actualizados dejan de recibir parches de seguridad necesarios para protegerlos de amenazas informáticas.
Las compañías de telefonía móvil y los fabricantes de software suelen notificar a los usuarios cuando ya no recibirán más actualizaciones, lo que significa que sus dispositivos quedarán expuestos a nuevos riesgos.
Hugo Werner subraya que en ese momento se debe considerar seriamente el cambio de equipo: “El fabricante te da pie para saber si te va a actualizar más vulnerabilidades de seguridad o no. Ese es el momento de decir que no quiero que (el celular) esté en manos de alguien que no debería”.
El riesgo de seguir usando un celular obsoleto
Aunque el celular aún pueda realizar funciones básicas como hacer llamadas o enviar mensajes de texto, seguir utilizándolo para tareas más sensibles, como transacciones financieras o el manejo de información personal, se vuelve mucho más arriesgado.
Según Werner, al no contar con las actualizaciones de seguridad necesarias, es más fácil que los cibercriminales puedan acceder al dispositivo y controlar su información.
Además, Werner hace énfasis en la importancia de mantener no solo el sistema operativo actualizado, sino también las aplicaciones instaladas en el celular. “Es otra forma en que las desarrolladoras utilizan para mantener a salvo sus plataformas”, afirma, y destaca que este proceso es independiente a las actualizaciones del sistema operativo.
El ciclo de vida de un teléfono no solo depende de su rendimiento técnico o de las mejoras que se introduzcan en el mercado, sino de su capacidad para seguir garantizando la seguridad de los usuarios. A medida que los dispositivos envejecen y dejan de recibir soporte, la vulnerabilidad ante ciberataques crece, lo que hace que sea vital estar atentos a las notificaciones de actualización.
En resumen, la necesidad de cambiar de celular debe basarse principalmente en dos factores: la funcionalidad y la seguridad. Si bien los usuarios pueden estar inclinados a resistir el cambio debido a los altos costos de los nuevos modelos, Hugo Werner advierte que el riesgo de mantener un dispositivo obsoleto puede ser mucho mayor, especialmente cuando se trata de proteger información confidencial.
Esta recomendación cobra relevancia en un contexto donde los ciberataques y las amenazas digitales continúan en aumento, lo que hace que la seguridad móvil sea un aspecto ineludible para cualquier usuario.
