Rufino Rodríguez Garza.
Agua de la Mula es una localidad ejidal y de pequeñas propiedades del municipio de General Cepeda; es todo un caso, pues es una modesta loma que corre de oriente a poniente y que contiene en sus rocas grabados, pocos, pero los cuales son interés para la arqueología de nuestro Estado.
En este lugar vive un norteamericano de nombre Ricardo, mismo que cuenta con una gran parcela en la que gracias a la tecnología saca agua de pozos profundos lo que le permite sembrar granos, pasturas, nogales y también para tener algo de ganado.
Para poder transitar a otros sitios cercanos al lugar hay que solicitarle permiso de paso, pues tiene una cerca y cuando hemos ido a Puerto Margaritas se le solicita la respectiva autorización, que si bien no está entre las tierras de su propiedad si se atraviesa una de sus vallas.
La loma de la que hablamos está en terrenos ejidales y el gringo tiene que pasar a su propiedad por estos terrenos (se le llama derecho de paso).
El sitio está localizado a unos pasos de ejido, de allí podemos observar una gran cantidad de basura; de igual forma podemos visualizar una enorme cruz de madera la cual adorna la parte oriente de la loma donde cada año se le rinde pleitesía a la Santa Cruz.
Como es finales del otoño, en el mes de noviembre el aire en la parte alta es muy frío.
Entre los grabados existentes se pueden observan círculos, figuras abstractas, soles y antropomorfos. También dos atlatl’s y una navaja enmangada, así como algunos proyectiles o puntas de flecha.
Lo que no apreciamos son representaciones faunísticas, como huellas o astas de venado u otros mamíferos o reptiles.
En localidades cercanas si podemos encontrar representaciones de algunos animales como son osos, bisontes, venados, tortugas y serpientes.
Otra particularidad de esta loma de Agua de la Mula es que fuera de una cuenta a base de muescas no hay cómputos hechos con puntos o rayas.
A medio kilómetro está Puerto Margaritas, sitio que cuenta con agua todo el año, donde se representó al planeta Venus, un vistoso alacrán, astas y otros símbolos astronómicos.
En esta misma loma se dejan ver algunos grabados históricos como fierros de herrar, recuerdos y vandalismo ligero.
En estos parajes hay una ganadería de reses bravas llamada Lomelí.
Una invención temprana de la humanidad fue la alfarería, para lo que ahora es el Estado de Coahuila casi no hay tal manifestación, ya que en su mayoría estos pueblos no conocieron la cerámica, con sus debidas excepciones; nos referimos a que solo en partes del municipio de San Pedro de las Colonias (Finisterre), en Francisco y Madero, Charcos de Risa y Tres Manantiales son los únicos sitios donde se ha localizado cerámica.
En el resto del Estado brilla por la ausencia de material cerámico pues los cazadores-recolectores prescindieron de ella pues en sus constantes cambios de lugar provocaría que ésta fuera rota. Hasta estos momentos no se ha encontrado cerámica más que en los lugares antes mencionados.
Presa de la Mula es un enclave en el sureste de Coahuila que permite conocer la expansión de grupos nómadas que tuvieron estancias temporales a lo largo del ahora Arroyo de Patos, riachuelo que en Coahuila tiene una longitud de 100 kilómetros y en sus márgenes es frecuente localizar vestigios de campamentos, talleres de lítica donde se elaboraron herramientas para el uso diario y proyectiles para la cacería o para la guerra.
Esta loma de Agua de la Mula, sirvió como oteadero para observar la fauna que se acercaba a los aguajes, o para grupos antagónicos que peleaban por apoderarse de sitios más benévolos para la subsistencia.
Dada la variedad de los motivos grabados podemos proponer que fue un sitio usado durante varias generaciones y a su vez grabado también por grupos diferentes.
Entre los motivos grabados podemos encontrar las espirales que se relacionan con rituales de fecundidad y relacionados con el culto al agua.
También encontramos grabados de pies, los cuales representan el constante deambular de los cazadores-recolectores buscando sitos benignos para la subsistencia.
También es probable que algunos grabados se refieran a la topografía del entorno, es decir arroyos, tinajas, valles y las sierras.
En general las representaciones complejas eran utilizadas con fines rituales.
La gente de la comunidad de la Mula es sencilla y participativa, ellos nos indicaron sitios donde hay gráfica y como llegar a ellos.
Como dato curioso, en este ejido se cuenta con modestas tiendas, escuela primaria y kínder, así como una pequeña capilla católica la cual solo se usa cuando tiene a bien visitarlos algún cura de Saltillo, Parras o General Cepeda; y a su vez como a la escuela se le modernizó el mobiliario, el antiguo usado como los mesa bancos, pasaron a ser bancas de la capilla.
Es una buena localidad a la cual le urge un exhaustivo registro y varias visitas, pues el tiempo, los elementos naturales y el peor, el hombre, acabarán destruyendo este interesante lugar.
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